Una de las protestas vecinales contra la inseguridad en Llançà / 324

Una de las protestas vecinales contra la inseguridad en Llançà / 324

Vida

Revueltas vecinales contra la impunidad de los okupas

Residentes en Mataró, Premià de Mar y Llançà se unen frente a los allanadores, a quienes señalan por delinquir

25 junio, 2020 00:00

La dificultad de expulsar a los okupas ha llevado a vecinos de localidades como Mataró o Premià de Mar (Barcelona) a unirse para intentar frenar el aumento de la delincuencia que achacan a los allanadores. Robos a ancianos o asaltos a comercios que se han producido durante las últimas semanas en la comarca del Maresme, pero también en Badalona, Santa Coloma de Gramenet, o algunas zonas de Girona como Llançà.

Agentes de policía y Mossos d'Esquadra arrestan al ladrón retenido por vecinos en Mataró / HELPERS

Agentes de policía y Mossos d'Esquadra arrestan al ladrón retenido por vecinos en Mataró / HELPERS

Un repunte de la delincuencia que admiten desde los consistorios afectados. Las administraciones, en la mayoría de casos, también reclaman un aumento de Mossos d'Esquadra al Departamento de Interior, ante la falta agentes para frenar la inseguridad, que ha llevado a numerosos vecinos a unirse. Los precursores en agruparse bajo las denominadas patrullas ciudadanas han sido los de Mataró, cuyo grupo de Telegram ya cuenta con más de 1.200 usuarios. Este martes, varios de sus integrantes retuvieron a un ladrón que había asaltado una zapatería en la calle Santa Teresa, de la que se había llevado la recaudación de la caja. Minutos después, efectivos de Mossos y Policía Local arrestaron al sospechoso.

Freno a los okupas

El pasado domingo, 200 personas se concentraron frente a un piso de la calle Pineda, en el barrio de La Llàntia, para exigir a una familia de okupas que abandonasen un inmueble. Y es que como detalla a Crónica Global el portavoz de la patrulla, Toni Solana, “tenían atemorizada a una pareja de ancianos” que reside en el mismo edificio. Celebra así que la presión vecinal haya tenido efecto y que los allanadores, previa mediación de la hija de los afectados, hayan decidido marcharse.

Una iniciativa de los residentes para solventar una problemática que no resuelven desde el consistorio, señala Solana. “El problema es que no ha existido un planteamiento de seguridad adecuado”, sostiene. “Solo hay dos patrullas durante la noche y un policía en comisaría. Para nosotros es inaceptable”. Reclaman más efectivos en las calles de Mataró.

Operativo policial en Mataró para identificar locales y casas ocupadas

Operativo policial en Mataró para identificar locales y casas ocupadas

Faltan policías

Solana explica que cuando se rebelan contra una ocupación, lo hacen porque son conocedores de que quienes allí habitan han protagonizado delitos o altercados en el vecindario, igual que sucedió el pasado domingo. “El matrimonio que vivía en otro de los pisos estaba amenazado --por los okupas-- y nos tuvimos que movilizar”, argumenta.

Desde la patrulla lamentan además que el consistorio haya censurado su actividad. “No nos apoyan porque dicen que es una tarea de la policía cuando ellos saben que no hay efectivos suficientes para todo Mataró”, apunta su portavoz, consciente de que la expulsión de los allanadores, dependiente de una ley nacional, es muy complicada, tal y como constata la policía. Y es que durante el primer trimestre de 2020, Mossos d’Esquadra solo han efectuado 23 detenciones a raíz de las 2.220 ocupaciones registradas en el conjunto de Cataluña.

Impunidad de los allanadores

Pasadas las primeras 24 horas, el desalojo solo se puede llevar a cabo por orden judicial. El problema, advierten los vecinos, es la delincuencia asociada a los moradores de algunos de los inmuebles allanados. Un ejemplo es el que se sitúa en la calle Jaume I de Mataró, en el que residen un centenar de okupas, y del que constan 25 actas policiales por incivismo. Los moradores tienen pinchados el gas y la luz. “Nos sorprende mucho que sea tras surgir la patrulla vecinal cuando intenten actuar bajo el pretexto del mal estado del edificio --humedades y agujeros--, y no antes. Nos parece vergonzoso porque tenían constancia de la problemática que genera a los vecinos desde septiembre”, señala el portavoz. “No pueden o no quieren echarlos”.

Premià de Mar y Llança

Ante esta situación, también vecinos de Premià de Mar intentaron expulsar a tres jóvenes migrantes que ocupaban un piso en la localidad, a quienes acusaban de haber cometido varios robos. En aquella ocasión, un fuerte dispositivo de la policía autonómica estableció un cordón de seguridad tras el lanzamiento de piedras por parte de varios concentrados, que asaltaron el inmueble. Los agentes acabaron trasladando a los chicos a otra localidad, después de que uno de ellos resultase herido.

Este lunes un incidente parecido se repitió en Llançà, Girona, donde un centenar de vecinos se concentraron frente a una vivienda ocupada, también por jóvenes migrantes, a los que señalaban como autores de varios asaltos. Efectivos de la policía autonómica se desplegaron en la calle Fluvià para evitar incidentes y trasladaron a los tres increpados a Figueres.

Vecinos contra delincuentes

También en Dosrius, la pasada semana un centenar de vecinos se congregaron ante una vivienda ocupada para instar a sus allanadores a marcharse, aunque no lo consiguieron. Fue a principios de 2019 cuando se organizaron también bajo patrullas ciudadanas para acabar con los robos nocturnos en la localidad.

Tras la concentración frente al chalé ocupado por cuatro personas, el concejal de Seguridad del consistorio aseguró que se llevaría a cabo un refuerzo del despliegue de policía local para evitar estas “prácticas ilegales” --en referencia a los okupas--.

Santa Coloma y Badalona

El riesgo de que sean ciudadanos quienes se enfrenten a presuntos delincuentes se refleja en incidentes como el sucedido en Santa Coloma de Gramenet el 20 de junio, donde varios vecinos propinaron una paliza a un joven al que acusaban de robar una cadena de oro a un hombre por el método del tirón. Fue entonces cuando lo apresaron y comenzaron a propinarle golpes.

 

También acabó herido otro ladrón en Badalona, retenido por los vecinos tras intentar robar a un hombre de 60 años que cayó al suelo al tratar de resistirse, lo que le ocasionó un traumatismo cranoencefálico por el que se encuentra ingresado en estado grave en el Hospital Germans Trias i Pujol. El delincuente ha ingresado en prisión provisional acusado de robo con violencia y lesiones.

Rechazo a la violencia

Desde la agrupación de Mataró rechazan agresiones como la de Santa Coloma, pero advierten de la desesperación de muchos vecinos, hartos de la impunidad de los delincuentes. Eso sí, celebran haber sido “un referente de las patrullas vecinales. Otros municipios han seguido nuestro ejemplo, y estamos orgullosos de que la ciudadanía, ante la incapacidad de las leyes y los gobernantes, se organice de forma pacífica contra la delincuencia”, apunta su portavoz.

Durante las próximas semanas, efectivos de Mossos d’Esquadra se desplegarán en municipios de la costa catalana durante la temporada estival, cuando se produce un incremento de la población. Además, tal y como ha avanzado el director general del cuerpo, Pere Ferrer, una nueva promoción de agentes estará disponible en julio para reforzar la vigilancia en el entorno metropolitano ante la subida de la delincuencia durante la desescalada. Una incorporación de efectivos que, aunque no paliará las consecuencias de la falta de inversión en seguridad pública durante la última década, sí supondrá “una buena inyección”, en palabras de Ferrer.