La patronal de hospitales Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSSC) ha despedido a una médico y alto cargo de Barcelona por, sostienen varias fuentes consultadas, auxiliar a una residencia que encajó un brote letal de coronavirus con 30 muertes. Judit R., exjefa de Atención Primaria del complejo sanitario CIS Cotxeres de la Ciudad Condal, fue fulminada después de que ella y su equipo rescataran al geriátrico Ballesol Fabra i Puig, donde el coronavirus había dejado 30 muertes. Lo hizo desoyendo las órdenes de sus superiores, por lo que fue destituida.
Lo denuncian fuentes del sector sanitario en conversación con este medio. "El CIS Cotxeres se cargó a la doctora Judit porque ella y otros miembros del equipo quisieron ayudar a la residencia Ballesol Fabra i Puig. El centro estaba asistido por Mutuam, pero la empresa tiró la toalla con los fallecimientos en cascada. Pidió auxilio al CIS Cotxeres, el que tenía más cerca por referencia. La dirección se negó y les derivaron al Departamento catalán de Salud", explican las mismas fuentes.
Judit, al rescate de la residencia
La dirección de no ayudar a Ballesol Fabra i Puig la atribuyen las voces consultadas a dos directivos. Pilar Closa, directora asistencial del CSSC, y José Augusto García Navarro, director general de la patronal de pequeños y medianos hospitales. Ello no ha podido ser cotejado por este medio, ya que, como en el pasado, la organización empresarial que pilota Garcia Navarro, también presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), no ha contestado a los requerimientos informativos de este medio. Sí lo han dado por hecho dos fuentes conocedoras del conflicto y no relacionadas entre sí.
Residencia Ballesol, a la que auxilió Judit, la médico despedida / Google Maps
"Judit fue despedida a mitad de la pandemia, a finales de abril o principios de mayo. La han sustituido a dedo por alguien de su confianza", han explicado las voces consultadas. "La doctora fue fulminada porque la gerencia esquivó la petición de ayuda de la Residencia Ballesol Fabra i Puig. Argumentaba la cúpula que ellos, en su propio sociosanitario, también tenían coronavirus. De hecho, han encajado más de una veintena de muertes", han insistido. Los argumentos de la dirección no convencieron a la facultativa, que acudió a Ballesol y comprobó lo que sucedía. "Lo que se encontró era dantesco, por lo que derivó a personas mayores a CIS Cotxeres e hizo lo que pudo con el resto de ancianos. Al poco la destituyeron".
"¿A quién da lecciones García Navarro?"
La versión de estas fuentes no ha podido ser cotejada ni con CIS Cotxeres, ni con el CSSC, ni con el Ayuntamiento de Barcelona, cuyo jefe de servicios de salud, Davide Malmusi, es vicepresidente de esta patronal. El consistorio ha derivado a este medio al Departamento de Salud para cuestiones sanitarias. Lo factual es que una profesional solvente fue despedida por no acatar una orden de un superior en base a su conciencia. También es factual que personal del complejo sanitario informó de la situación a una consejera del distrito de Nou Barris de Barcelona en Comú (BComú). Nadie hizo nada y, ahora, la doctora está en la calle y a punto de acudir a los tribunales para resarcir sus derechos.
El pulso con la médico-heroína de Barcelona hará un flaco favor a la patronal CSSC. La organización empresarial ha lidiado con brotes de coronavirus en sus residencias de Barcelona, sí, pero también de Viladecans. En este municipio de la conurbación ha encajado, también, cerca de 30 muertes y una denuncia a Fiscalía por presunta mala praxis. La han interpuesto familiares de una residente a quien, según ellos, se le negó el acceso a la UCI. Tras ello, el CSSC ha tratado de iniciar una operación de relaciones públicas defendiendo que hace "rehabilitación a los contagiados". Médicos consultados tildan de "sinsentido" la publicidad, ya que el Sociosanitario de Viladecans "ha hecho siempre rehabilitación". También discutible es el papel de José Augusto García Navarro, presidente del CSSC y de la SEGG. Ha salido en defensa de la gestión de las residencias en Madrid y, por ende, del Gobierno regional de Isabel Díaz-Ayuso. También lo entrevistan y consultan como experto del sector. Tras el caso Judit, que se suma a Viladecans y a las muertes en el CIS Cotxeres, sus críticos le afean que dé lecciones. "¿A quién ayudará sin antes poner orden en su casa?", se preguntan.