Un informe impulsado por la Fundación la Caixa afirma que la discriminación a personas por motivos de edad, conocida como "edadismo", se ha intensificado durante la crisis del coronavirus en España, agravándose especialmente en las personas más mayores.
Titulado Reflexiones sobre el buen trato a las personas mayores durante el Covid-19, el estudio sostiene que el aislamiento ha tenido consecuencias negativas entre este colectivo, que ha recibido "un trato homogeneizador" y ha sido "infantilizado" en los discursos, centrados en una interpretación "desigual" del derecho a la libertad.
Se han acrecentado las dificultades
El documento, firmado por los científicos María Jesús Goikoetxea y Javier Yanguas, denuncia que la pandemia ha acrecentado las dificultades "ya existentes" que padecen las personas mayores, en especial las más vulnerables, a la hora percibir "igual dignidad". Las situaciones de soledad se han agravado durante el encierro obligatorio, lo que ha puesto de manifiesto "la relevancia de los recursos y fortalezas personales para hacer frente a esta coyuntura".
En este sentido, el documento remarca la necesidad de promover un acompañamiento "en simetría moral" y "sin dominio ni abandono", a la par que se sensibiliza sobre el maltrato y el abuso a las personas mayores y se incentiva el buen trato en las comunidades interdependientes, situando el cuidado como "eje angular".
Necesidad de mejorar los buenos tratos
"Una sociedad compasiva no esconde la vulnerabilidad y la dependencia porque ambas cuestiones son intrínsicamente humanas", resaltan los expertos, que consideran el acompañamiento a los ancianos como una característica distintiva de las sociedades "moralmente sanas". Asimismo, el informe recuerda que "todas las personas somos vulnerables" y rechaza el "espejismo" de la autosuficiencia, subrayando que "cuando aumenta la fragilidad, disminuye la dignidad".
Ante la necesidad de mejorar los buenos tratos, el documento destaca que "la soledad no es inocua" y advierte de que "deshumaniza" a toda la población, por lo que hay que evitar que un "virus edadista" como el coronavirus "contagie también a nuestra sociedad un edadismo aparentemente superado".