El edadismo: la nueva discriminación de las mujeres

“Los hombres maduran, las mujeres envejecen”. Con esta frase resume Ester Pujol el edadismo, una nueva discriminación por edad que vuelve invisibles a las mujeres mayores de 45 años. Pujol, exalcaldesa de Tiana y que actualmente es directora de Desarrollo Económico de El Prat de Llobregat (Barcelona), es una de las cinco autoras del libro Imbatibles. La edad de las mujeres (Calambur).

Completan el quinteto Maria Rosa Benedicto (licenciada en Medicina), Sara Berbel (doctora en Psicología Social), Maribel Cárdenas (Diplomada en Educación Social) y Estrella Montolio (Catedrática de la Universidad de Barcelona). El edadismo es un término acuñado en 1968 por el psiquiatra Robert Butler. En España, un 30% de las personas de más de 45 años afirman haber sufrido discriminación por edad, un porcentaje comparable al sexismo o al racismo.

El libro 'Imbatibles. La edad de las mujeres' / LENA PRIETO

En este libro, que ya va por la segunda edición, explican su propia experiencia y la de otras mujeres de su entorno. Pero ante la buena la acogida y el feedback recibido, se plantean escribir una segunda parte, basada en las voces de esas lectoras.

Combatir la invisibilidad

La virtud de la rebeldía femenina, el cuerpo maduro o el triunfo de la persistencia son algunos de los temas a tratar en esta obra coral, que incluye también apartados tan sugerentes como "Todas somos Cenicientas", "Las barbies humanas", "No estamos 'locas', sabemos lo que queremos" o "Las mujeres y el deseo".

“Nos ha sorprendido gratamente la acogida del libro. Quienes nos transmiten sus experiencias no son solo feministas, sino personas que han empatizado con nosotras, que quieren hacer frente a una situación en la que se sienten reflejadas y que dicen ¡basta ya! a una invisibilidad que quieren combatir”, explica Ester Pujol a Crónica Global.

La sociedad se ha mostrado muy sensible a la discriminación sexual y a la racial, pero en el caso de la discriminación por edad no se ha prestado suficiente atención. “Conocemos el caso de las actrices de Hollywood que están condicionadas por su físico y que, a determinada edad, dejan de recibir ofertas. Pero es un problema que afecta a todas”, explica Pujol.

La plenitud laboral de los 45 años

“Lo que reivindicamos --añade-- es que, a partir de los 45 años, las mujeres deberían estar viviendo con plenitud sus carreras gracias a la experiencia acumulada. Su mochila es mucho más ligera. Pero son menos valoradas. Por el contrario, se considera que la juventud es un valor en sí misma, aunque solo sea una fase de vida, maravillosa claro, pero igual que los 30, los 40 o los 50”.

Por eso, las autoras le ponen nombre a esa discriminación. “El edadismo implica que los 45 años suponen un antes y un después, porque, laboralmente, pesan como una losa. Eres expulsada del mercado y sufres una mayor precarización”, afirma.

La actriz Meryl Streep, una excepción en Hollywood

Ester Pujol aporta su experiencia en el mundo de la política, donde “los micromachismos están a la orden del día. Se critica el escote de la vicepresidenta del Gobierno, pero no se valora si su comentario ha sido ingenioso o no. A mi nunca se me ocurriría criticar a un rival político por su barriga cervecera o por su calvicie”. El caso de Hillary Clinton es de libro. Te exigen que sean mona, joven, bien vestida. Y se repite el estereotipo según el cual, el hombre lidera y la mujer es una mandona”.

"No se tolera a las mujeres poderosas"

La coautora del libro considera que, detrás de todo, “subyace la creencia de que somos intrusas y desobedientes. No se tolera a las mujeres poderosas”. Cree que dar poder a la mujer es muy importante porque tiene un efecto bola de nieve. Cita a Sarah Harmon, directora de Linkedin para España y Portugal, quien explica que, por cada mujer que accede a un puesto de alta dirección, aumenta la cuota de incorporación de otras mujeres en un 40%.

Sarah Harmon, directora de Linkedin para España y Portugal

Mención especial le merecen a Pujol las redes sociales, donde “se dicen barbaridades que no te atreverías decir a la cara, y que se hacen virales debido a las lagunas jurídicas existentes. Yo lo he sufrido como alcaldesa, grupos supuestamente progresistas me tildaron de ‘lideresa de la manada’ por mi posición sobre el procés”.