Una manifestante independentista ha reconocido ante la Audiencia de Barcelona haber utilizado un martillo, que encontró en el suelo, para golpear "de manera suave" las cadenas de acceso al parque de la Ciutadella, en el marco de una protesta en 2018.
Fiscalía pide tres años de prisión para el hombre por forzar la peurta del parque y dar una patada a un agentes de Mossos d'Esquadra. En su declaración ante la sección 21 este miércoles, el acusado ha argumentado que se le imputan "hechos no consumados, casi de intenciones", y ha asegurado que cuando accedió al recinto del Parlament las puertas ya estaban abiertas. También ha negado agredir al policía.
Investidura de Puigdemont
El hombre está acusado de agredir a un mosso que intentaba retenerlo tras verlo pegar las cadenas con el martillo, además de abrir otros accesos y poner una cuerda en la valla para que los manifestantes treparan dentro del parque durante una protesta para reclamar la investidura del expresidente Carles Puigdemont el 30 de enero de 2018, cuando las personas que se concentraban entorno al parque entraron para protestar frente al Parlament.
Su abogado defensor, Benet Salellas, ha criticado tras el juicio que el delito de desórdenes públicos pueda ser agravado al producirse durante una manifestación, por lo que ha pedido al tribunal que plantee una cuestión de inconstitucionalidad: "No puede ser que al mismo tiempo un hecho sea derecho fundamental y agravante de un delito penal".
"Patada y empujón" a un mosso
La Generalitat, que actuaba como acusación particular, se ha retirado al empezar la sesión, mientras que la fiscal ha mantenido la petición de pena inicial, y en su escrito de acusación describe que el acusado intentó huir de los mossos "propinándole una patada y un empujón" a un agente.
La defensa ha criticado que "toda la acusación" se basa en declaraciones de policías después de que el mosso que se encargó de analizar las imágenes de la protesta ha declarado que no hay ningún vídeo del acusado cometiendo los hechos por los que se le juzga. Eso sí, uno de los agentes de paisano que lo retuvieron ha explicado que el acusado ignoró las órdenes policiales, que dio "una patada de judo" y se resistió, por lo que le tiraron al suelo para retenerlo.