Los médicos rechazan la asignación electrónica del MIR

La situación de excepcionalidad provocada por el Covid-19 afecta a los futuros profesionales del sistema sanitario español. A mediados de mayo, el Ministerio de Sanidad anunció que la asignación de plazas de los Médicos Internos Residentes (MIR) se haría de forma electrónica, una modificación que ha pospuesto el trámite hasta mediados de julio, cuando tendría que haberse realizado en abril, y que no contenta a parte de la comunidad médica nacional.

Según la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), el trámite telemático no ofrece las mismas garantías que el presencial y los argumentos por los cuales se modificó en un principio ya no se sostienen. “Este cambio se hizo para adaptarse a las restricciones de desplazamiento por el estado de alarma, pero el Gobierno garantiza una movilidad plena dentro del territorio español para principios de julio”, explica a este medio Tomás Toranzo, presidente de la CESM. “Además los solicitantes no tendrán toda la información posible como plazas ocupadas y disponibles, ya que el proceso no será a tiempo real”, añade.

Impuesta por el estado de alarma

En efecto, el Gobierno aseguró el domingo que la libre movilidad volvería al terminar el estado de alarma el próximo 21 de junio. A todo esto se le suma que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya había anunciado la posibilidad de abrir las fronteras para turistas extranjeros a partir de julio, pero a pesar de todo la asignación telemática de las plazas del MIR no se ha modificado.

“Teniendo todo esto en cuenta, no tiene sentido hacerlo de manera telemática, ya que el proceso se prevé para semanas después de que se permita la libre movilidad”, lamenta el presidente de la CESM. En las redes ya han aparecido diversas plataformas que exigen una asignación de manera presencial en las subdelegaciones del Gobierno y una propuesta que cuenta actualmente con más de 15.000 firmas. Por otra parte, también se ha convocado una nueva manifestación virtual para este miércoles 3 de junio a las 18 horas.

Proceso mixto

La confederación de sindicatos no rechaza del todo la vía electrónica, únicamente se muestra contraria a la decisión de descartar del todo la presencial. “Se puede garantizar una asignación con los riesgos sanitarios mínimos estableciendo límites de aforo, distanciamiento o uso de mascarillas”, defiende Tomás Toranzo. Por otra parte, el ministerio afirma que se descartó un proceso mixto, es decir, telemático y presencial, una vez se tuvieron en cuenta “los condicionantes legales y tecnológicos para la reanudación del procedimiento”, según una carta enviada a la Asociación MIR España. De todas maneras, desde la CESM proponen cambiar la duración de la asignación presencial de los tradicionales ocho días a diez para evitar así aglomeraciones y además asegurar la publicación de datos en tiempo real.

La celebración de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, la antigua selectividad, también es uno de los argumentos que desmantela los argumentos principales del ministerio, según la confederación. “Esos alumnos estarán en una misma aula durante horas y aun así han garantizado las medidas sanitarias, en cambio el proceso de asignación de plazas presencial es mucho más ágil”, defienden desde la CESM.

Momento decisivo

En palabras de la confederación, muchas personas tienen planeada las zonas donde quieren trabajar por circunstancias en concreto. “Por ejemplo, una pareja con hijos o personas que quieren hacer la especialización juntas --asegura Toranzo--. Si se impone la vía electrónica el Gobierno ofrece solo 12 horas para tomar una decisión que es el punto culmen de una formación de siete años”. Al pasar a ser un trámite electrónico, cada solicitante deberá tener un certificado electrónico. “Eso es más complejo e implica más trabajo que ir a hacerlo personalmente. No todos disponen de un certificado ni de los medios para utilizarlo”, alerta el presidente de la CESM.

De momento, la confederación descarta la posibilidad de presentar un recurso al Tribunal Supremo, dado que provocaría el aplazamiento de la asignación. “Es una opción que tiene más inconvenientes que beneficios y sería muy perjudicial, ya que solo dañaría nuestro sistema sanitario”, asegura a este medio Tomás Toranzo, después de recordar que no será hasta septiembre que los médicos se incorporarán a sus plazas correspondientes. De todas maneras, la entidad ha trasladado la problemática al Defensor del Pueblo.