Su nombre es Annick Chenut. Una mujer belga de 65 años, que estaba al frente de una inmobiliaria en la L'Escala, una población turística de la Costa Brava, en Girona, y que esta miércoles ha sido asesinada, presuntamente, por su pareja, un hombre de 72 años, con el que convivía. 

Un responsable de otro negocio de compra y venta de viviendas con el que Chenut colaboraba a menudo, Jaume Astor, ha acudido incluso al domicilio donde ha tenido lugar el crimen al relacionar lo que acababa de conocer por las noticias con la persona con la que había quedado por un tema profesional y que no le cogía el teléfono.

Ahorcado tras cometer el crimen

Astor ha explicado que estuvo con la víctima la semana pasada en la carnicería, que mantuvo "una conversación normal" y ha asegurado que nunca se hubiese imaginado "que una cosa así pudiese pasar". Esta persona desconoce detalles de la vida privada de la belga, aunque ha reiterado que se encuentra "en shock" y que no se esperaba algo así.



Este conocido sí sabía que la víctima convivía con un hombre, el presunto asesino, de 72 años y nacionalidad española que, pendiente de la confirmación de las investigaciones, se ha ahorcado tras cometer el crimen. Astor no conocía a esa persona, pero creía que "estaba todo bien, que todo era correcto", y ha descrito a Annick Chenut como a una mujer "muy maja, muy extrovertida, que se llevaba bien con todo el mundo y que era buena persona".

40 años en L'Escala

La víctima explicaba en la web de su inmobiliaria, Aires L'Escala, que llevaba cuarenta años en esta localidad, siempre dedicada a este negocio y al de la construcción, así como que podía atender personalmente a los clientes en cinco idiomas.

Un vecino que se ha acercado al lugar en el que los Mossos d'Esquadra cerraban el acceso al escenario del crimen ha destacado el carácter poco sociable del presunto asesino, y ha asegurado que las relaciones del matrimonio eran complicadas, aunque no hasta el punto de que alguien pudiera prever un desenlace así.

Cadáver en el jardín

El aviso del crimen ha tenido lugar a las 7:00 horas de este miércoles a través de una llamada al teléfono de emergencias y los agentes han descubierto el cadáver de la víctima en el jardín del domicilio familiar tapado con una cortina, mientras que el homicida se habría ahorcado en un árbol de una parcela vecina.



Antes de suicidarse, el anciano ha dejado una nota que se estudia en estos instantes y, cerca de la casa, se ha encontrado quemado el coche de la mujer. De confirmarse la naturaleza machista del crimen, se elevaría a 19 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en 2020, y a 1.052 las víctimas mortales desde que empezó a registrarse la estadística, en 2003.