Estos meses de aislamiento social han dado para mucho. Nunca antes nuestra agenda de actividades se había visto en otra igual. Deporte por la mañana, clases virtuales, aperitivos y quedadas online o desde los balcones (los nuevos salones), maratones de cine y series, profesores improvisados de nuestros hijos, conciertos, aplausos y, como no, hemos dado rienda suelta al cocinillas que todos llevamos dentro. Basta con hacer una rápida búsqueda en Internet para encontrar esa receta típica de cualquier lugar del mundo y ponernos manos a la obra. A fin de cuentas es la manera más deliciosa de viajar.
Cocina en España
Nuestras madres y abuelas son grandes cocineras. Unas estupendas embajadoras de nuestra rica gastronomía. Cada una tiene su especialidad pero casi todas bordan las croquetas, la tortilla de patata o los platos de cuchara típicos de cada región: escudella, cocido, fabada, etc.
Variada, sana, deliciosa, nuestra dieta, la mediterránea es un rico crisol de alimentos con mucho donde elegir. La paella, uno de nuestros platos más internacionales, el emblema del Levante, aunque aparentemente es fácil de preparar el éxito no siempre está garantizado… será cuestión de practicar.
Si no queremos complicarnos tanto, un rico pulpo nos lleva hasta las costas gallegas, el salmorejo cordobés o un buen pescaíto frito hasta Andalucía, las papas arrugadas con mojo a Canarias…
Nuestra geografía es extensa y nuestra carta variada. ¿Qué van a tomar?
Con acento italiano
La pasta y la pizza son su bandera culinaria. Pero ahora que tenemos más tiempo, ¿por qué no atrevernos con otras recetas? Un risotto, una sopa minestrone, unos raviolis o un helado. Todos tienen un ingrediente en común: el Parmigiano Reggiano, el rey de los quesos italianos. Un producto gourmet con siglos de historia. Como curiosidad, este queso se elabora durante todos los días del año ya que su leche no se puede refrigerar ni pasteurizar. Su producción es totalmente artesanal y su sabor nos transporta a la bella región de Reggio Emilia.
La riqueza de Portugal
La gastronomía del país vecino se caracteriza por su sencillez. Adoran las recetas con pescado, donde el bacalao gana por goleada, de hecho los portugueses presumen de tener una receta por cada día del año, cuenten.
Otros de sus sabores más tradicionales son la feijoada, elaborada lentamente al fuego, con cerdo, naranjas y arroz en una cazuela de barro; la cataplana, un guiso de pescado y marisco que deben probar si viajan al Algarve; y si su destino es el Alentejo prueben la açorda alentejena, una sopa tradicional de esta hermosa región, similar a nuestra sopa de ajo pero con cilantro fresco y caldo, por supuesto, de pescado.
Aires de Argentina
Cuando pensamos en la cocina argentina lo primero que se nos viene a la cabeza es la carne. La verdad es que los veganos no deben tenerlo fácil. Difícil competir con sus famosos asados, el bife de chorizo o el chorizo criollo, acompañados de chimichurri, una salsa muy especiada y algo picante. Más allá de las reses, las empanadas son también muy célebres, ¿adivinan cuál es su ingrediente estrella? Para el resto hagan acopio de cebollas, aceitunas, huevos duros, cebollino, ajo y pimienta. Unos ricos bocados muy habituales como tentempié en la capital bonaerense.
Desde las alturas de Perú
En los últimos años la gastronomía peruana goza de gran prestigio internacional. El chef Gastón Acurio es su gran embajador y el ceviche su plato más reconocido. Su recetario, como la cocina tradicional, se nutre de los productos de la tierra. Cientos de tipos de patatas, rocoto (un pimiento rojo muy picante), o la lúcuma, una fruta con la que se elaboran postres.
Sin embargo, aquí lo más popular es el Pisco Sour. Un cóctel con mucho sabor compuesto por pisco, la bebida nacional del Perú, almíbar, zumo de limón, clara de huevo y unas gotas de angostura. Perfecto para tomar un aperitivo mientras cocinamos.
Siempre Japón
A muchos de nosotros nos encanta la comida japonesa. Es exótica, rica, muy sana. En nuestro país triunfan la sopa de miso, el udon, ramen, tempura y, por supuesto, sushi y sashimi.
Esta dieta oriental está considerada como una de las más saludables gracias al alto consumo de soja, pescado, arroz y algas. Utilizan además como aderezo, especies como el jengibre o el wasabi, ambos con beneficiosas propiedades y cargados de antioxidantes.
Delicias de Malta
A pesar de no ser muy conocida la gastronomía maltesa tiene platos deliciosos. Prueben a hacer los pastizzi. Un aperitivo tradicional que consiste en un pastelito de hojaldre relleno de carne, guisantes, espinacas o queso ricota. Hay distintas variedades dependiendo de la elección de los ingredientes. Por ejemplo, de carne y guisantes o de espinaca y ricota. Son realmente sencillos de preparar. Si a la primera no nos quedan perfectos la clave, como en todo, está en practicar.