Los Mossos d'Esquadra investigan si el hombre de 35 años y nacionalidad brasileña, detenido este martes como presunto autor de la muerte de cuatro personas que vivían en las calles de Barcelona, podría estar detrás de otro crimen, el de un sintecho que pernoctaba en una cabaña en Collserola y que apareció calcinado en el interior de la misma el pasado domingo, cerca de la Font de Santa Eulàlia.
Este martes, el inspector Joan Carles de la Granja, de la División de Investigación Criminal (DIC), ya apuntó que durante el estado de alarma, cinco indigentes habían fallecido en Barcelona. Cuatro de forma violenta, entre el 18 de marzo y el 27 de abril, en el Eixample, y la víctima del incendio, donde no se encontraron indicios de criminalidad, por lo que los investigadores lo abordaron en un principio como un accidente. En todo caso, el inspector no ha aclarado cuántos crímenes se atribuyen al arrestado, ya que el caso está bajo secreto de sumario.
'Modus operandi' del asesino
Una vez detenido el sospechoso de los crímenes en el centro de la capital catalana, los agentes se desplazaron con él al lugar donde pernoctaba, una autocaravana que tenía aparcada en Les Planes. Por ello la policía revisará este caso, para determinar si las llamas fueron intencionadas. Aunque la cabaña en la que apareció el cadáver escapa del radio de acción de los otros crímenes, sí se encuentra a medio camino entre el distrito del Eixample y la zona de Sant Cugat donde vivía el detenido.
Al comienzo de la investigación, los Mossos también descartaron que el primer crimen, el 18 de marzo en la calle Sardenya, ante un supermercado, guardase relación con los otros tres, que se cometieron en fechas más cercanas --entre el 16 y el 27 de abril--. También por la forma de actuar del asesino, ya que mientras la primera víctima presentaba heridas de arma blanca, las otras habían sido golpeadas con un objeto contundente en la cabeza.
El sospechosos permanece este miércoles en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial.