Este Sant Jordi está siendo muy diferente a los vividos hasta ahora, el más extraño de la historia. Los ciudadanos se las ingenian para festejar esta fecha tan señalada y esperada en los calendarios, pero no son los únicos entristecidos por no poder celebrar el Día del Libro y la Rosa entre los suyos.
Ellos son los escritores, como Fernando Aramburu, Almudena Grandes, Javier Cercas, Javier Sierra, Elvira Lindo, Ana Merino o Rosa Ribas, que tenían previsto vivir en Barcelona una jornada frenética en librerías y casetas. Pero tampoco han desistido a la diada. Aislados en sus casas, los literatos viven el Sant Jordi más virtual de la historia.
Nostalgia, tristeza... y agobio
Almudena Grandes, que con La madre de Frankenstein habría sido una de las triunfadoras del día, ha estimado que es "difícil" contar la nostalgia, la tristeza, la extrañeza que siento al no estar hoy en Barcelona, pero es más difícil explicar la alegría y la emoción que Sant Jordi ha aportado a mi vida durante los últimos treinta años". Grandes sólo quiere pensar en el Sant Jordi de 2021 y que el santo "nos devuelva lo que nos ha arrebatado el maldito virus".
La escritora Rosa Ribas, que llega a este abril con su última novela, Un asunto demasiado familiar, confiesa que cada vez que le preguntan si quiere participar en las firmas de libros intenta "escurrir el bulto" porque se agobia con las multitudes, la incertidumbre de las firmas o por compartir la mesa con mediáticos. "Y ahora que estoy en Frankfurt, en mi estudio --añade Ribas--, no paro de pensar lo que daría por estar ahí pasando agobios, corriendo para arriba y para abajo, y hasta me alegraría verle la cara a algún mediático. Espero tener pronto la ocasión de volver a pasar agobios, calores y preguntarme una vez más: Y yo, ¿qué estoy haciendo aquí?".
Los grandes también lo añoran
También en un vídeo, Fernando Aramburu muestra su agenda de 2020 "pelada de viajes" y recuerda que en condiciones normales tendría anotado en estas fechas de abril Barcelona Sant Jordi y apunta que la pandemia impedirá "las firmas, la conversación breve con los lectores, el abrazo de amigos, las alubias de Tolosa del Igueldo". El autor de Patria, una de las triunfadoras de Sant Jordi años atrás, cree que se puede resarcir "escribiendo en mi confinamiento doméstico, con el mayor esmero y perseverancia posibles".
Elvira Lindo ha deseado un feliz Día del Libro y destacado que, sin la pandemia, estaría en Barcelona firmando ejemplares de su último libro, A corazón abierto. A pesar de las circunstancias, ha indicado: "somos un país y una comunidad de lectores, muy fuerte, muy poderosa", y que incluye muchos eslabones, desde escritores, editores, o ilustradores a diseñadores, correctores, traductores, transportistas y libreros, y piensa que es un buen momento para reivindicar los libros y la lectura. "La ficción es absolutamente inherente al ser humano. Hoy es muy necesaria, más ahora para explicarnos el mundo", ha resaltado la autora.
Javier Cercas, otro triunfador de pasados Sant Jordi, dedicará el día "básicamente a fingir que es un Sant Jordi normal" hablando con lectores, periodistas en "un mundo hiperconectado" y suspira por que se obre el "milagro" el próximo 23 de julio para que no haga demasiado calor en la fiesta aplazada del día del libro.
Con más ganas del próximo Sant Jordi
Ana Merino, que esperaba con ilusión hablar con sus lectores de El mapa de los afectos, ganadora del premio Nadal, ha dicho que tenía muchas ganas de dibujar la dedicatoria que tenía pensada en forma de árbol, "como el árbol de mi novela, para que se genere un gran bosque" y hoy no podrá ser pero espera "dibujar muchísimas más dedicatorias".
La autora de Boulder, Eva Baltasar, que también se presentaba como una de las posibles triunfadoras del día, ha dicho que tiene previsto pasar la jornada sentada en una silla conectando con sus lectores a través de las redes sociales, en actividades organizadas por sus editoriales y por medios de comunicación.
Para Javier Sierra, este día de Sant Jordi va a quedar en la memoria de escritores y de lectores como "el día del gran desafío, el día en que tuvimos que imaginar ese contacto permanente que durante todo el año es a distancia a través de la textura del papel pero que un día al año se convierte en un encuentro cuerpo a cuerpo" y añade: "El reencuentro será más apasionado que nunca".
La novelista y académica mallorquina Carme Riera ha revelado que pasará el día en casa, "leyendo por partida doble, como cada día, pero todavía más", lo mismo que hará Najat el Hachmi, quien apuesta, asimismo, por releer obras que le apetecen mucho.
En casa también lo pasan mal
La catalana Care Santos ha iniciado la jornada homenajeando a William Shakespeare y a Miguel de Cervantes con la lectura de dos sonetos y, luego, mantendrá diversos encuentros virtuales con los lectores, aunque reconoce que "sabrán a poco" y que echará de menos "los lectores reales, los que se acercan a pedirte una firma y comparten contigo esos tres minutos de conversación intensa de los que yo, y no exagero, vivo el resto del año". También será un buen día, repone Santos, para acabar de forma especial, viendo Shakespeare in love en familia o para irse a leer temprano en la cama, porque no hay mejor manera de rendir homenaje a los autores que leerles".
La escritora Núria Pradas, ganadora del último premio Ramon Llull con Tota una vida per recordar, mantendrá contactos con lectores a través de las redes sociales, y reconoce que "detrás hay mucha gente que está demostrando un gran espíritu de lucha y a ver si más adelante vamos recuperando la normalidad".
Una desgracia para muchos
David Nel·lo, que obtuvo el último premio Sant Jordi con Les amistats traïdes, no esconde que le sabe mal que en un año en el que ha ganado este galardón no pueda hablar y verse con sus lectores: "No puedes ir al baile, pero nadie puede hacerlo". En este momento en que "mucha gente ha muerto y todavía hay muchos ingresados en hospitales", lo que "hace falta es tener fortaleza y esperar a que podamos celebrar Sant Jordi más adelante".
El mallorquín Melcior Comes bromea que esperará desde su balcón a que las gaviotas le traigan algún libro para firmar y la barcelonesa Ada Castells piensa celebrar la jornada impartiendo un taller de escritura creativa. "¡Que se joda el coronavirus!", ha lanzado.
Rafael Vallbona, Gemma Lienas y Àlvar Caixal coinciden en recomendar que se lea en un día en el que no se puede salir fuera.