“De este encierro vamos a salir con varios kilos de más encima”. Esta es una frase que estamos escuchando mucho estos días. Desde que se decretó el estado de alarma, que todavía se prolongará hasta el 26 de abril, los españoles pasamos mucho tiempo en casa y sólo salimos al exterior a hacer la compra o a tirar la basura. Sin embargo, esa actividad física es insuficiente.
El coronavirus ha cambiado, también, nuestros hábitos. No podemos ir al gimnasio, ni vamos andando hasta el trabajo o nos acercamos a algún lugar para encontrarnos con amigos o familiares. Nos movemos mucho menos, pero, sin embargo, seguimos comiendo igual o más que antes. Esa combinación tiene como resultado varios kilos de más en el cuerpo. El comparador Acierto estima que los españoles podrían engordar hasta cuatro kilos durante el confinamiento. Según los datos que maneja la entidad y como era previsible, la actividad física se ha desplomado, al menos, un 40% estas semana.
Aceitunas, patatas fritas, cerveza y chocolate
La inactividad continuada (a partir de 10 días) está relacionada con la atrofia muscular y la pérdida de fuerza (de hasta un 13% y 40% en brazos y piernas, respectivamente). Si a ello se le suma que durante el estado de alarma se han disparado las ventas de productos como aceitunas, patatas fritas, cerveza y chocolate, acabar esta cuarentena con varios kilos de más es lo más seguro, ya que estos alimentos no están catalogados, precisamente, como los más saludables.
Según los datos que maneja Acierto, solo el 7% de la población alcanza los mínimos de una alimentación saludable: comer cinco piezas de fruta o verdura diarias, desayunar bien, tomar legumbres y comer pescado al menos dos veces por semana. Sin embargo, sí lo intentamos, o al menos eso decimos: el 54% de los españoles asegura que trata de llevar una dieta equilibrada. ¿Verdad o mentira?