La residencia cero del coronavirus en Cataluña, una de las primeras que presentó un brote del virus SARS-CoV-2 en la región, ha llegado a las 23 muertes de ancianos. Así lo denuncian trabajadores del centro, que extienden su dedo acusador hacia la Generalitat de Cataluña por convertir el sociosanitario Frederica Montseny de Viladecans (Barcelona), en un hub para pacientes de otros geriátricos que están desbordados. Lo hará el Govern pese a que la institución social presenta, también, 15 contagios con el patógeno entre empleados.

Fuentes laborales han mostrado su descontento con el Departamento catalán de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. "Llevamos 15 trabajadores contagiados más los que presentan síntomas. Ya contamos 23 muertes de ancianos sin confirmar, pues los test de detección del virus no llegan", han indicado. A ello se le suma ahora la voluntad del Ejecutivo de Quim Torra de cargar aún más este equipamiento público. "Nos enviarán al menos a 12 residentes de otros geriátricos desbordados. Nosotros decimos que bien, sí, pero que se hagan test para saber quién está infectado y quién no lo está. Y los test no llegan, igual que el material" sostienen las mismas voces.

Silencio de la patronal

La situación del Frederica Montseny se produce con el silencio de la patronal hospitalaria Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSSC), una organización empresarial que aúna a los hospitales públicos medianos participados por ayuntamientos y entes supralocales. El Consorci, que dirigen Manel Ferré desde la presidencia y José Augusto García desde la dirección general, no han querido contestar a los requerimientos informativos planteados por este medio pese a gestionar la instalación.

El Govern quiere cargar aún más el sociosanitario de Viladecans, donde ya ha habido 23 muertes por Covid-19 / CG

Sí lo han hecho empleados del sociosanitario de Viladecans, la residencia cero del coronavirus en Cataluña, que han aportado correos electrónicos de la empresa que demuestran que el Govern se dispone a sobrecargar aún más este equipamiento público pese a su delicada situación.

Sin test

Como está ocurriendo en otros asilos, el CSSC asegura, según la plantilla, que no dispone de detección de pruebas de detección del virus. "Pero a algunos les hacen pruebas y a otros no. Tienen un número limitado", lamentan. El personal del Frederica Montseny, uno de los primeros que bregó contra la pandemia del SARS-CoV-2, alerta también de que el Consorci "les da de comer las sobras" o lo que no comen los residentes.

Tienen no obstante palabras de agradecimiento para el municipio de Viladecans, que les acoge. "Los vecinos nos hacen todo tipo de donaciones, nos traen cosas: pasteles, jabones o material", apostillan mientras se preparan para recibir a más mayores.