El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anuncia el estado de alarma y familias enteras se quedan confinadas en casa. Los niños no pueden ir al colegio, muchos padres tampoco acuden a sus lugares de trabajo y se cuenta con un tiempo libre que hay que cubrir como sea.
Entonces, la repostería y la panadería caseras toman más protagonismo que nunca. Una buena forma de entretener a los más pequeños de la casa es haciendo pan o unas deliciosas magdalenas, cruasanes o pasteles. Sin embargo, para hacer estos manjares se necesita harina y levadura.
Se duplica la demanda
Por ello, estos dos ingredientes se han vuelto muy populares estos días. De hecho, la demanda se ha disparado porque ¿a quién no le gusta el olor a pan o a bizcocho recién horneado? “La repostería o el pan, sólo con el olor, hacen el hogar más confortable”, explican fuentes de la compañía Molí de Picó a este medio. Y tienen mucha razón.
“Los pedidos de harina para casa se han duplicado. Pero hay harina de sobra y trabajamos con normalidad. Distribuimos a los panaderos y tenemos venta online para particulares”, añaden estas mismas fuentes. Molí de Picó es una empresa familiar que elabora harina sin colorantes y conservantes. Lleva haciéndolo desde 1886, por lo que conoce muy bien esta materia prima.
“Antes de esta situación --producida por el Covid-19-- ya había un hábito y afición a elaborar panes en casa, pero ahora suponemos que ha cobrado más sentido. Además, es un alimento de primera necesidad”, remarcan. Molí de Picó trabaja para toda la provincia de Valencia diariamente y también, bajo pedido, en otros puntos de España como Madrid, Castilla la Mancha, Barcelona, Andalucía, Islas Baleares y País Vasco.
Tiempos de confinamiento
Mientras, Lesaffre, una empresa de biotecnología especializada en la producción de levadura para panificación también confiesa a Crónica Global que las ventas para el consumidor final, a través de los canales y tiendas de alimentación, han aumentado un 200%. “Los bares y restaurantes están cerrados y al estar toda la familia junta en casa, muchos optan por hacer el pan ellos mismos como una forma de pasar el tiempo y divertirse”, detallan fuentes d la compañía.
Sin embargo, Lesaffre insiste en que estas ventas “representan un porcentaje pequeño” de las que se dirigen fundamentalmente a los panaderos profesionales de España y Portugal.
Sin problemas de abastecimiento
Pero si alguien estos días se han encontrado en que en el supermercado no había levadura, esta firma asegura que “la escasez en un tienda de forma puntual puede deberse a un incremento de la compra por parte de los consumidores que tienen miedo a quedarse sin alimentos o a algún problema puntual en la entrega del producto”.
No obstante, insiste Lesaffre, “no hay problemas de abastecimiento para el consumidor”. La situación excepcional en la que sumida España ha cambiado los hábitos de consumo. “No hay problemas ni en la producción ni en la distribución, pero es necesario promover un consumo responsable y no acaparar ni especular con los alimentos”, concluye.