La sanidad catalana boquea. Los hospitales de la región encaran la semana clave de la lucha contra el virus SARS-CoV-2 sin máquinas de ventilación mecánica en sus unidades cuidados intensivos (UCI), los llamados respiradores. Ocurre en grandes ciudades sanitarias como Vall d'Hebron o Sant Pau, pero ningún complejo sanitario se salva: todos van justos.

El aldabonazo de alerta lo dio Joan Carles Rueda, director de Tecnología Médica del Hospital de Sant Pau i la Santa Creu, el viernes. Pedía al Ministerio de Sanidad que "intercediera" ante Temel, uno de los grandes fabricantes de este aparataje necesario para mejorar el oxígeno en sangre de los pacientes con Covid-19. "Tienen 20 equipos retenidos", denunció Rueda. ¿Cómo está la situación hoy lunes? "Vamos muy justos", han admitido fuentes cercanas a la gerencia. La situación de Sant Pau se repite en el mayor hospital de Cataluña: Vall d'Hebron. Benito Almirante, jefe de Enfermedades Infecciosas, ha alertado en Betevé de que "están utilizando todos los respiradores de intubación disponibles". Por esa razón, y de seguir el ritmo de nuevos ingresos, el centro sanitario "no puede asegurar" que habrá ventilación mecánica para todos los enfermos con coronavirus en las "próximas semanas". También hay problemas en los hospitales públicos Josep Trueta y Arnau de Vilanova, en Girona y Lleida, respectivamente.

La Generalitat lo fía todo al 3D

La semana pasada, el Gobierno catalán admitió que "estaba buscando respiradores a marchas forzadas". Según los datos que maneja la consejera catalana de Salud, Alba Vergés, el 10% de pacientes que desarrollan neumonía precisan de algún tipo de ventilación mecánica. Ante ello, el departamento ha adoptado una doble estrategia para conseguir las máquinas. Por un lado, comenzó hace unos días a peinar las clínicas veterinarias para intervenir respiradores. En algunos comercios de Girona, efectivos de la consejería ya ha acudido para tomar prestadas las unidades.

Por el otro, Salud confía en un pool de instituciones y empresas comandado por el Consorci de la Zona Franca y la empresa Leitat, que trabaja para producir estos dispositivos con impresoras 3D.

 

 

Leitat ofrece la tecnología 3D contra el coronavirus / BBC

Las UCI se pueden ampliar, las plantillas y respiradores, no

Como ya han venido advirtiendo los intensivistas de los grandes hospitales catalanes, las unidades de cuidados intensivos para pacientes críticos con Covid-19 pueden ampliar espacio. Es lo que han hecho prácticamente todos los centros, creando UCI de campaña. En Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), por ejemplo, han desplazado otras unidades para liberar camas de críticos y, ahora, se plantean derribar la biblioteca médica de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en el centro para habilitar también allí una unidad de críticos.

Cambiar la infraestructura y buscar nuevos espacios es relativamente fácil. El problema reside en encontrar respiradores y montar los mecanismos que los acciona: el cableado y salida de humos, por ejemplo. Asimismo, las nuevas UCI de campaña adolecen de falta de plantilla que sepa monitorizar los dispositivos, pues solo una pequeña parte del personal de enfermería está formado para esta vigilancia.