Las restricciones de movilidad personal a causa del coronavirus no ha impedido vivir una mañana de aglomeraciones constantes en el transporte público de Barcelona. El servicio de Metro de la capital catalana ha reflejado altas concentraciones de usuarios en el primer día laboral de restricciones como consecuencia del estado de alarma por la crisis sanitaria que vive el país.
Una de las recomendaciones básicas para evitar contagios es mantener una distancia de un metro --como mínimo-- con otras personas, pero ello ha sido imposible en el suburbano de Barcelona.
Quejas de los usuarios
Las imágenes del metro de Barcelona también se han repetido en los transportes públicos de otras ciudades, como Madrid y Bilbao. Las redes sociales se han llenado de quejas por la falta de previsión sobre aquellas personas que no pueden teletrabajar y/o que no pueden aplicar en su día a día el confinamiento.
Muchos de ellos han señalado al Gobierno como el responsable de evitar este tipo de aglomeraciones. Otros han achacado la falta de protección a las propias empresas, que no han proporcionado alternativas a los trabajadores.
"Afluencia inesperada"
Tranports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha reconocido que se ha vivido una "afluencia inesperada" de ciudadanos que han utilizado el transporte público para moverse por la ciudad y sus cercanías, habida cuenta de las restricciones decretadas por el Gobierno. Han destacado, además, que los usuarios han comenzado a coger el metro y el autobús de forma masiva antes de la hora habitual.
Por su parte, la Autoritat de Transports Metropolitans (ATM) --que coordina el servicio de movilidad pública--, ha reconocido que esperaban una demanda menor de la vivida durante las primeras horas del lunes. Ha recordado que se deben evitar contactos con otras personas, así como también los "desplazamientos innecesarios".
Datos de usuarios
La dirección de Transporte y Movilidad de Barcelona rechaza aportar datos diarios sobre la afluencia de usuarios. Si los ha ofrecido el servicio de Rodalies de Cataluña, que asegura que ha registrado un descenso de viajeros superior al 70% respecto a un lunes laborable ordinario. Respecto al tráfico por carretera, desde la medianoche hasta las 6.00 horas se ha reducido el acceso a la capital en torno a un 30%, según el Servei Català de Trànsit (SCT).
Fuentes de TMB aseguran que las aglomeraciones se han sufrido únicamente a primeras horas de la mañana y que esperan "una demanda muy baja" durante los próximos días.