El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha exigido a Fernando Grande-Marlaska el cierre del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona. Una petición que llega días después de que el ministro del Interior afirmase que estos no cumplen con los derechos humanos.
"Cuando llegamos al Gobierno nos encontramos centros de internamiento obsoletos, con un funcionamiento inadecuado, donde no se tenían en consideración los principios que constataba el Defensor del Pueblo", afirmó Marlaska en el Congreso. Pero desde Tanquem els CIE rechazan el lavado de cara de estos centros. “La única manera de hacerlos compatibles con los derechos humanos es cerrarlos”, contestan desde la plataforma al ministro.
Prácticas racistas de la Generalitat
Sobre la petición de Torrent este viernes señalan que toda iniciativa que reclame el cierre de un CIE y el cumplimiento de los derechos humanos es positiva, así como “necesaria para avanzar hacia una sociedad más justa”. Eso sí, manifiestan que no pueden obviar que la misma Generalitat “ejerce desde sus competencias numerosas prácticas racistas”.
Señalan así que el Govern tiene mucho por hacer si quiere ser un ejemplo de institución sin “racismo estructural” --palabras que Torrent ha utilizado para dirigirse al propio Marlaska--. “Si desde el Ejecutivo catalán se procediera con el mismo empeño a la desobediencia de leyes racistas y discriminatorias que a otras resistencias más conocidas, se podría empezar a hablar de un organismo respetuoso con las personas migrantes”.
Deportación de Abdallah
Entre estas, la inminente deportación de Abdallah. Desde Tanquem els CIE lamentan que la Generalitat no se haya pronunciado sobre la situación del hombre que está en riesgo de expulsión, pese a que espera su segundo hijo junto a su pareja Anaïs, lo que prueba su arraigo.
En aplicación de la Ley de Extranjería , el joven de 24 años, padre de una niña de 18 meses, podría ser deportado. La policía lo interceptó por la calle el pasado 26 de enero --identificación por perfil étnico, denuncian desde la asociación-- y por su situación administrativa, de comisaría fue trasladado al CIE de la Zona Franca.
Doble condena
En 2018, Abdallah fue condenado a 18 meses por un delito de hurto. Una pena que se conmutó por una expulsión del territorio y la prohibición de entrada durante un lustro al espacio Schengen. Una situación que se dio cuando ya llevaba tres años empadronado en Barcelona. Por eso desde Tanquem els CIE denuncian que se le expulsará del país “por quien es y no por lo que ha hecho”.