Los Mossos d'Esquadra han detenido a cuatro personas por su presunta participación en al menos diez robos con fuerza en viviendas de varias localidades de Cataluña. Los arrestados, tres hombres y una mujer de nacionalidad albanesa, irrumpían en las casas después de reventar puertas o ventanas.

La organización rastreaba el territorio catalán en busca de propiedades ubicadas en zonas aisladas para evitar se descubiertos. Actuaban entre las 19:00 y las 21:00 horas, ya que comprobaban que, si no había luz en el interior del domicilio, seguramente se encontraría vacío. 

Rostros ocultos 

Los detenidos ocultaban sus rostros con pañuelos, gorras, y también utilizaban guantes para no dejar huellas. Para acceder al interior de las viviendas usaban un destornillador, con el forzaban puertas o ventanas. Una vez dentro robaban dinero, joyas o dispositivos electrónicos

Se desplazaban en vehículos a nombre de terceros que gestionaban a través de una gestoría. De ese modo, en caso de que alguien apuntase la matrícula del coche, la identidad que figuraba en los documentos no se correspondía con la de los sospechosos. 

Mercado negro

Los objetos que sustraían en las casas los vendías en establecimientos especializados en la compraventa de oro y joyas y a receptadores para que los introdujeran en el mercado ilícito.



Los investigadores han acreditado que los cuatro arrestados habrían cometido robos en el Vendrell, Canyelles (Garraf), Sant Julià de Vilatorta y Espinelves (Osona), Navàs (Bages) y les Borges Blanques (las Garrigues). Tras pasar a disposición judicial el 28 de febrero, el magistrado decretó prisión provisional para los tres hombres y libertad provisional para la mujer.