Una madre de Australia, Yarraka Bayles, ha compartido en las redes sociales un vídeo en el que habla con su hijo Quaden, de 9 años, que nació con acondroplasia -o enanismo-, sobre el bullying que sufre el pequeño en el colegio por parte de al menos otro chico que le discriminó por su escasa altura.
El niño llega a decir entre lágrimas en el vídeo, grabado en el coche de la familia, una frase demoledora: "Me gustaría que alguien me matara". De hecho, el pequeño ha intentado quitarse la vida en varias ocasiones: "Tengo que estar siempre vigilando a mi hijo por sus continuos intentos de suicidio", dice Yarraka.
Objetivo: concienciar
Esta madre australiana ha querido compatir las terribles imágenes de su hijo llorando desolado por el mal trato para concienciar sobre la dureza del bullying y sus terribles efectos, especialmente en los niños. "Quiero que la gente conozca los efectos del bullying, esto es lo que hace el bullying", señala la mujer mientras graba a Quaden. Yarraka lamenta que en el colegio de su hijo "no hagan un mejor trabajo" educando a los alumnos. La mujer colgó el vídeo en las redes el pasado jueves y hasta el momento lleva casi 12 millones de visitas y ha recibido el apoyo de numerosas personas, entre ellos conocidos deportistas australianos y de otros países.
Numerosos personajes populares han mostrado su solidaridad con Quaden y su madre, como Hugh Jackman, Jeffrey Dean Morgan o Jon Bernthal. "Quaden, tienes un amigo en mí", señala Jackman. "Hola, hombrecillo. Por si sirve de algo has enseñado muchísimo a mi familia. Nos has inspirado y en nuestra casa eres un héroe", le dice Bernthal.
Viaje a Disneylandia
"Nadie sabe las batallas contra las que luchamos en privado. Normalmente comparto todos los aspectos positivos, pero este material necesita ser conocido para luchar por las vidas de nuestros hijos", finaliza el vídeo Yarraka, también entre lágrimas.
El caso de Quaden ha provocado una enorme reacción social en Australia y fuera del país conmoción social y se ha incentivado con la intención de recaudar dinero y enviárselo a la familia para que puedan viajar a Disneylandia. La iniciativa ha tenido tanto éxito que ya ha superado su objetivo y el dinero sobrante irá destinado a realizar campañas contra el acoso escolar.