El pasado 10 de febrero, Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra desplegaron el enésimo operativo conjunto contra los carteristas en el metro de Barcelona. Un despliegue policial que se saldó con 63 detenciones. A pesar del aparente resultado, desde SAPOL critican la "nula eficacia" de estos dispositivos.
El motivo, en palabras de su portavoz, Jordi Rodríguez, es que los arrestos no equivalen a minimizar la delincuencia en el suburbano. "No es una cuestión policial, sino lo que viene después. Las sanciones que impone el Código Penal para este tipo de delitos son tan laxas, tan débiles, que existen mafias que se aprovechan de ello", denuncia.
"Negocio redondo"
Desde el sindicato policial detallan que los arrestados en este tipo de operativos suelen estar en la calle al día siguiente. "En el peor de los casos, si está en busca y captura, acaba ante el juez, pero saldrá en libertad dos o tres días después, porque solo se le impondrá una multa", señalan desde SAPOL.
"Es un negocio redondo para ellos. En el peor de los casos, que se les coja in fraganti, pasarán por el juzgado, pero normalmente se les impondrá una sanción que quedará por debajo del beneficio que han obtenido con la comisión del delito", explica Rodríguez.
La ineficacia de las macrorredadas
Los agentes señalan que, de cara a la ciudadanía, hablar de una macrorredada con 20 detenidos puede sugerir que se ha reducido la inseguridad, "supone una especie de alivio, indica que se está trabajando, pero la realidad es muy diferente", apuntan.
El problema no es exclusivo de la capital catalana. "Es una cuestión de normativa, mientras el Código Penal siga teniendo condenas tan bajas, seguirá existiendo este tipo de delincuencia", señala Rodríguez.
Faltas administrativas
Con la Ley Orgánica 4/2015 --conocida como Ley de Seguridad Ciudadana o Ley mordaza-- se despenalizaron una serie de ilícitos para agilizar la actividad de los juzgados. Estos pasaron a faltas administrativas. "Pero, en la práctica, lo que se ha hecho ha sido facilitar a todas esas personas que reinciden en la comisión delictiva un margen punitivo muy amplio que para ellos no supone ningún problema", lamentan desde SAPOL.
El reclamo es claro, una reforma del Código Penal que castigue de manera "más tajante" este tipo de delitos para atajar la mutirreincidencia.