Tiroteo entre clanes en Barcelona. Dos familias ajustaron cuentas ayer sábado por la noche a balazos en la calle, según han explicado fuentes conocedoras del suceso. Los Mossos d'Esquadra solo han confirmado que acudieron al barrio tras diversas llamadas de vecinos al 112 denunciando disparos con armas de fuego. Hay una investigación abierta.
Un portavoz de la policía catalana ha confirmado que agentes del cuerpo acudieron a la calle Concilio de Trento de Barcelona poco después de las 22:00 horas tras recibir diversos avisos de vecinos mediante el teléfono de emergencia. Una vez allí, los efectivos del Área Regional de Recursos Operativos (Arro) y apoyos, desplegados por la gravedad del incidente, no vio pelea alguna, y los testigos que interrogaron tampoco aportaron información relevante. Sí encontraron los funcionarios vainas de munición usada que se está investigando si es del tiroteo de anoche o de otro encontronazo anterior.
"Ajuste de cuentas"
Han aportado más información fuentes conocedoras, que han apuntado, a la espera del resultado de las pesquisas de la policía catalana, al móvil de un ajuste de cuentas entre familias que moran en la zona.
Cualquiera que fuera la causa del incidente con armas de fuego, lo cierto es que habría sido de tanta gravedad que obligó a los pasajeros de un autobús en marcha (el H12) a tumbarse en el suelo para evitar que les alcanzara una bala perdida. Una parada de esta línea de autobús ha amanecido con un balazo, según las imágenes a las que ha accedido este medio.
Segundo suceso grave en una noche
Cualquiera que fuere el origen y el desarrollo del suceso, a la espera del resultado de la investigación policial, lo cierto es que se trata del segundo incidente grave en una noche en Barcelona. Minutos antes de las 22:00 horas del sábado, un hombre murió durante una pelea en la calle de la Pedrosa del barrio de Trinitat Nova. Los Mossos han lanzado pesquisas, aunque todo apunta a que el individuo perdió la vida tras recibir golpes con objetos contundentes durante una reyerta.
De nuevo en los barrios limítrofes de Barcelona, los vecinos llevan tiempo denunciando los encontronazos entre clanes rivales en la zona de la calle Oristany de Besòs-Maresme. Los choques entre bandas han revivido el fantasma del asesinato del rapero Monkey Black, que perdió la vida tras ser acuchillado en la vecina Sant Adrià de Besòs (Barcelona) en 2014.