Dos años ejerciendo la prostitución para poder pagar un pasaje en patera, en un espacio de 35 centímetros, para llega a Europa. Esta es la historia de una de las mujeres que ha rescatado Open Arms; organización que ahora hace una llamada de socorro para reparar --800.000 euros-- o sustituir --2,5 millones-- el barco que llevó a esta mujer a puerto seguro.
Una embarcación de 47 años, que ha salvado más de 6.000 vidas a la deriva en dos años. Las continuas averías que sufre impiden que pueda continuar su misión humanitaria en el Mediterráneo, y es que desde que volvió a puerto, 96 personas han muerto en este mar, ha lamentado el fundador de la oenegé, Óscar Camps.
Inspecciones continuas
El capitán, Miquel Melero, ha detallado que el barco ha tenido que abandonar sus labores de rescate por una inspección "ridícula". “Fue para preguntarnos qué hacíamos con las aguas fecales de los 360 inmigrantes que teníamos a bordo; ésta ha sido la razón para mandarnos de vuelta a casa”, ha criticado. "Me sonrojé yo, pero también quien me lo pidió".
"La misma noche que nos mandaron irnos murieron 96 personas y te duele el alma; de verdad", ha explicado. "Yo no soy activista, soy marino, pero te duele". El viaje de vuelta de la tripulación hasta Barcelona, donde el Open Arms ha atracado esta madrugada, ha sido en silencio.
Reparar o sustituir el barco
La campaña para recaudar fondos comenzó hace 30 días, cuando el Open Arms, en medio de una misión, tuvo una avería imortante. Fue una decisión conjunta del capitán y el jefe de máquinas, al constatar que la afectación precipitaría en el paro del barco. Las aportaciones ya han superado los 400.000 euros, pero necesitan al menos el doble, para reparar la embarcación, o 2,5 millones para comprar una nueva y adecuarla para el rescate de personas.
Ante las críticas por su labor humanitaria, Camps ha subrayado que cualquier irregularidad administrativa escapa de la actividad de la organización. "Nos amparamos en la ley del mar, donde no hay migrantes, sino vidas en peligro. Por eso pedimos ayuda a la población porque tenemos que hacer que todas las administraciones cumplan los convenios internacionales. Nuestra presencia en el mar, hace que los Estados tengan que ejecutar esa responsabilidad".
Sin ayuda humanitaria
El fundador de la asociación ha advertido que en estos momentos hay cuatro embarcaciones a la deriva en el Mediterráneo y ni Malta ni Italia se están movilizando para rescatarlas. "No hay ningún barco humanitario y tenemos que estar allí, presentes, intentando preservar los derechos humanos y el derecho fundamental que da sentido a todos los demás, el derecho a la vida", ha subrayado Camps.