Un agente de la policía municipal de Barcelona desmonta en menos de una hora la coartada de Rosa Peral sobre el asesinato de su pareja, Pedro Rodríguez, un caso conocido como el crimen de la Guardia Urbana. El testigo ha tumbado en la tercera jornada del juicio la versión de la principal acusada ante el jurado popular de la Audiencia de Barcelona, que deberá dilucidar si ella y su amante, Albert López (para quienes el fiscal pide hasta 25 años de cárcel), asesinaron en mayo de 2017 a Pedro, cuyo cadáver apareció dentro de su coche calcinado en las inmediaciones del pantano de Foix.
El agente de la policía municipal asegura que él y su pareja fueron a cenar al domicilio que Peral tiene en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) invitados por ella, al que también acudió Albert. Relata que la sospechosa estuvo "tranquila y muy normal" y mostró un "trato cotidiano" con el otro acusado, pese a que, en principio, ya no eran pareja. "Era como si hubieran vuelto", ha aseverado el urbano.
Exmarido y mafia
El testigo afirma que antes de que Albert llegara al domicilio, Rosa intentó incriminar a su exmarido Rubén, que fue uno de los primeros sospechosos del crimen después de que los acusados acercaran el móvil del difunto hasta los alrededores de su domicilio construyendo así una pista falsa por si la policía rastreaba la señal.
No han sido los únicos que han declarado las distintas versiones que fue dando la acusada. Una de las testigos de este miércoles, asegura que su amiga Peral sospechaba en un primer momento de la "mafia", luego trató de salpicar a su exmarido y, más tarde, a Albert.
Confusión
Un tercer testigo, también agente del cuerpo, Issam O., dijo sentirse manipulado, tal y como apunta la fiscalía, que sostiene que Rosa podría haberse acercado a él para conseguir la bala que faltaba en su pistola e infundirle sospechas sobre Abel.
"Yo no me sentí así", ha aseverado el testigo, aunque admite que, "evidentemente", no tuvo "toda la información" sobre lo sucedido. El agente afirma que Peral hablaba de su amante como una persona "violenta y agresiva", e incluso que la había estado amenazado.
Versiones distintas
Durante el juicio se ha podido escuchar una conversación telefónica con el testigo en la que Rosa asegura que Albert es el verdadero asesino de Pedro, que solo accedió a ayudarlo a quemar el cadáver de su novio porque la amenazó con herirla a ella y a sus hijas y que prueba de su culpabilidad es que se tuvo que cortar la barba porque se la había chamuscado durante el incendio.
La misma acusada, en cambio, contó a una compañera suya de qué manera ella y su cómplice mataron a su novio Pedro Rodríguez. El cuerpo de la víctima --también agente de la Guardia Urbana-- había aparecido calcinado en un maletero de un coche.