Estados Unidos detecta un gran número de afectados con lesiones pulmonares producidas por el consumo de sustancias ilegales a través del cigarrillo electrónico. Investigaciones de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la FDA, la agencia de alimentos y medicamentos, de EEUU, han constatado que la mayoría de lesiones pulmonares asociadas al vapeo que han estudiado están relaciondas con productos que contienen acetato de vitamina E y tetrahidrocannabinol (THC), el principal constituyente psicoactivo del cannabis. Ambos productos se obtienen fuera de los circuitos comerciales legalizados.
Los datos recopilados hasta ahora indican que el 82% de los pacientes hospitalizados afirman que habían consumido productos que contenían THC. De ellos, un tercio afirmó que sólo había utilizado este tipo de sustancias.
“Fuentes informales”
Los datos aportados por los CDC concluyen el uso de “fuentes informales” para hacerse con estas substancias. Casi el 80% de los individuos que se sometieron al estudio aseguran que sólo utilizan este tipo de vías para adquirir dichos productos. Un 6% indica que compagina éstas con los circuitos comerciales autorizados.
Lo datos recogidos por los CDC, hasta el 14 de enero, revelan que se han producido un total de 2.668 casos de lesiones pulmonares, que han causado la muerte de 60 personas en 27 estados de EEUU.
Consecuencias
Los centros de Estados Unidos realizan más estudios con el fin de elaborar una exhaustiva guía médica. El objetivo es identificar otros productos de interés que puedan aportar más datos sobre los problemas generados por el cigarrillo electrónico.
Los profesionales de los CDC insisten en la necesidad de seguir investigando las consecuencias para la salud de estos dispositivos y que hagan saber a sus médicos cualquier anomalía que pueda producirse.