Nuevo violento incidente en el Metro de Barcelona con un pasajero drogado. Dos vigilantes de seguridad resultaron heridos leves al ser agredidos por un viajero en la Estación de Torrassa de la Línea 1 del suburbano en L'Hospitalet de Llobregat. El hombre, además, les amenazó con una navaja. Finalmente fue detenido por los Mossos d'Esquadra.
La policía autonómica ha confirmado el arresto y ha indicado que al varón se le imputan tres delitos: uno de amenazas y dos de lesiones por sus actos el miércoles a las 19:30 horas en la citada estación. Fuentes sindicales han precisado que empleados de Prosegur interceptaron a dos pasajeros que presentaban aspecto de haber consumido drogas. Uno de ellos intentaba colarse en el suburbano. Cuando le afearon su actitud, el viajero la emprendió a golpes contra los profesionales. Al parecer, fue este mismo individuo el que blandió una hoja cortante ante los vigilantes, que consiguieron desarmarlo e inmovilizarlo a la espera de los funcionarios.
"Se cargó el coche patrulla"
El suceso no terminó aquí. Una vez inmovilizado por los vigilantes y personados los Mossos en el lugar, los agentes tuvieron que llamar a refuerzos ante la violencia del individuo. "Iba tan puesto de cocaína que tuvieron que intervenir 10 agentes para engrilletarlo --palabra de argot para esposarlo--", han explicado fuentes policiales.
Hubo más. Tras ser arrestado en el lugar y trasladado al coche patrulla, el hombre, de mediana edad, siguió pegando patadas y golpes hasta romper el vehículo policial. "Acabó destrozado", han señalado las voces consultadas.
Sin transporte a casa
Las fuentes consultadas indican que los vigilantes golpeados no presentan heridas de gravedad, aunque sí se quejan de que el inspector de la empresa no quiso trasladar a los trabajadores a sus casas "porque no tenía tiempo". Ante ello, los agredidos tuvieron que llamar al centro de control, que pidió a una unidad móvil de seguridad --las llamadas MAVs-- para llevar a las víctimas a sus domicilios.
"Normalmente es el inspector se guardia que traslada a los vigilantes a sus hogares cuando sucede algo así, pero esta vez no fue así, al comunicar éste a la mutua que no tenía tiempo", han denunciado los sindicatos.
Seis agresiones en 17 días
Cualquiera que fuere su malestar, lo cierto es que el Metro de Barcelona se ha anotado un inicio aciago de año. Según la parte social, la vigilancia del Metro ha encajado seis agresiones en 17 días, una ratio muy superior a la del año anterior.
El último ataque había ocurrido la madrugada del 9 de enero en el apeadero de Paral·lel, cuando cuatro hombres apalearon a un vigilante al querer cometer fraude y acceder al andén sin abono. El profesional se golpeó la cabeza contra las escaleras mecánicas en marcha durante la refriega, aunque no sufrió heridas de gravedad.