La explosión en la petroquímica de Tarragona es la más grave ocurrida en la última década en Cataluña por el número de víctimas, tres. Sobre las posibles causas, Claudi Mans, catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Barcelona, apunta tres hipótesis.
La primera sería debido a una mala actuación por parte de alguno de los operarios. Algo que Mans considera improbable, porque toda la actividad está regulada por ordenadores que “normalmente, no fallan”. Otra opción sería que alguna de las máquinas haya sufrido algún problema mecánico, como el fenómeno conocido como fatiga, que afecta a las aleaciones, y que puede provocar que un determinado metal --hierro o acero-- , en un momento determinado, falle. Explicación que también considera improbable.
Calentamiento del reactor
Como última posibilidad, este experto apunta que, debido a que el reactor se mantiene a una presión y temperatura controladas, podría haberse producido una "circunstancia periférica", que aún se desconoce, que lo haya calentado más de la cuenta, y que, con una refrigeración inadecuada, haya provocado la explosión. “Es la que veo más plausible de las tres”, señala.
Mans recalca que son las tres hipótesis principales, aunque recuerda que serán los datos que recopilan los ordenadores de la industria afectada, que monitorizan sin interrupción su actividad, los que determinen la causa de la explosión.
Desplazamiento de una plancha
Sobre el fallecimiento de un vecino de Torreforta a causa del impacto de una plancha de hierro que causó el derrumbe del techo de su piso, Mans señala que es un misterio, también para él. El artefacto, de una tonelada de peso, recorrió cerca de 3.000 metros a 600km/hora en unos 17 segundos, desde la industria, hasta la casa de la plaza García Lorca.
La única explicación que baraja sería que el reactor, al explotar, funcionase como el corcho de una botella de champán. “No se rompe el recipiente, sino que el tapón sale disparado, por lo que una de las placas ha podido hacer la mismo tras la explosión”, apunta el también doctor en Química.
Óxido de etileno
En cuanto a la posibilidad de partículas contaminantes en el aire, Mans detalla que el óxido de etileno --causa de la deflagración en Tarragona-- es muy inflamable y muy reactivo, pero entre sus características no se encuentra la toxicidad.
"En este caso, el único peligro eran la explosión y el incendio, que es lo que ha sucedido. Por suerte, estas industrias están diseñadas de tal manera que si se produce un incidente en uno de los reactores, este esté aislado y no se expanda al resto", explica. Así, junto a la actividad de los bomberos, consiguen evitar que el incendio de un depósito afecte a otros y evitar así males mayores.