Operativo. El polémico crematorio del Besòs, a las puertas de Barcelona, se ha puesto en marcha tras una larga batalla vecinal y judicial. La instalación, que impulsan Áltima y Pompas Fúnebres de Badalona (Pfb), ha arrancado cuando aún queda un caso judicial vivo de la plataforma contraria al tanatorio y horno funerario, que quiere revocar la licencia por la vía contenciosa-administrativa.
Según ha informado la sociedad Tanatori del Litoral, que agrupa a ambas empresas, las instalaciones ya están a pleno rendimeiento. Constan de cinco salas de velatorio, un oratorio con capacidad para 250 personas, un horno crematorio --con capacidad para incinerar hasta 900 cuerpos al año-- y las oficinas de atención al usuario. La puesta en marcha de la instalación de 1.800 metros cuadrados llega después de que la jurisdicción contenciosa fallara a finales de noviembre contra la petición de medidas cautelares interpuesta por la plataforma STOPCrematori SAB.
Vecinos en contra
Esta acción legal es una de las que ha promovido esta plataforma, que agrupa a los vecinos contrarios a la instalación. El otro carril judicial contra el crematorio es otro recurso en la misma jurisdicción que, esta vez, persigue revocar la licencia concedida a las dos empresas funerarias para construir y abrir la instalación. Argumenta la plataforma que durante la tramitación se produjeron "irregularidades".
Cualquiera que fueren sus argumentos, lo cierto es que el crematorio del Besós es un relato de fuerte oposición vecinal. El repóker de salas de vela y horno funerario ha encajado manifestaciones contrarias, la recogida de hasta 9.000 firmas, la mayor jamás conseguida en Sant Adrià de Besòs y una dura batalla política, vecinal y judicial.
Intereses con Barcelona
Todo ello ha sido, hasta ahora, en vano. El Ayuntamiento de Sant Adrià, regido la pasada legislatura y ésta por Joan Callau (PSC) autorizó la construcción del equipamiento alegando que "no tenía otro remedio". No obstante, el sí del primer edil socialista al crematorio provocó grietas con la oposición y un seísmo incluso dentro de su propio partido.
La casualidad ha provocado que el Tanatori del Litoral abriera sus puertas la misma semana en la que se ha producido un auténtico desastre medioambiental en la zona del río Besòs por un incendio en una fábrica de Montornés. El fuego, que devastó una planta de productos químicos, provocó vertidos al río que causaron un grave impacto sobre la flora y la fauna de este curso de agua, recuperado tras años de fuerte contaminación. De hecho, los ambientalistas temen que la apertura del nuevo crematorio contribuya a deteriorar el medio ambiente en el Parc Fluvial del Besòs, que continúa cerrado.