Los cónsules honorarios de Albania, Malí y Croacia en Barcelona están bajo la lupa de los Mossos d’Esquadra por su posible relación con una supuesta trama de blanqueo de capitales. En concreto, esta trama tendría que ver con los miembros de la familia Jodorovich, un clan relacionado con el tráfico de drogas.
Los informes policiales apuntan, según El Periódico, a operaciones inmobiliarias, inversiones varias e, incluso, la creación, en Avilés, de una máquina para producir aceite de cáñamo, aunque la policía considera, en este caso, que el negocio real era el del cultivo de plantaciones de marihuana en Malí para elaborar el aceite.
Además, se han pedido datos de cuentas bancarias en Andorra de hasta 12 persona y 26 empresas que podrían estar vinculadas con esta trama.
Relaciones sospechosas
En concreto, se señala que Simón Montero Jodorovich, líder de la Federació d'Associacions Gitanes de Catalunya (Fagic), habría participado «estrechamente» en negocios con el cónsul de Malí en Barcelona, José Luis López Fernández, y se pone de relieve la relación también con el representante de Croacia, Juli Bárcena San José.
En cuanto al cónsul honorario de Albania, José María Calmet Iglesias, un empresario que fue alto cargo de la Generalitat con Pujol, se le implica en una operación de compraventa de una inmueble de lujo situado en Seva (Osona). Sin embargo, el propio Iglesias asegura que no ha habido ninguna irregularidad y que está "muy tranquilo". Mientras, López Fernández y Bárcena San José, de momento, no han hecho declaraciones al respecto.