La reforma tarifaria del transporte público de Barcelona y su área metropolitana nace con polémica. A la desaparición de la T-10, muy usada por las familias, se suma un nuevo colectivo que se siente ignorado: los discapacitados.

La Federación Ecom denuncia que los renovados billetes vuelven a dejar de lado a las personas con discapacidad que requieren ir con un acompañante.

Limitación territorial

El movimiento asociativo de discapacitados recuerda que la tarjeta rosa y la T-4 sólo sirven para 24 de los 296 municipios de la zona y no cubren todos los transportes, como Rodalies. Asimismo, reclama una tarifa especial para discapacitados que cuente con un pase de acompañante gratuito para quien tenga reconocida la necesidad de ir con una tercera persona. 

La petición no es nueva, llevan cuatro años insistiendo. Generalitat, AMB y Ayuntamiento de Barcelona anunciaron la “revolución” en el sistema tarifario del área metropolitana. Una revolución que deja al margen a este colectivo.

Excusas

Durante todo este tiempo, las Administraciones han dado a las discapacitados todo tipo de evasivas, detallan. En un primer momento, les emplazaron a esperar la puesta en marcha de la T-Movilidad. Posteriormente, en diciembre de 2016, a participar en un monográfico de accesibilidad específico del tema, que no llegó a convocarse. En octubre de 2017, a aguardar los resultados de un estudio sobre el impacto económico de la puesta en marcha de esta medida; en 2018, a trabajarlo desde el Plan Director de Movilidad (2018).

Imagen de un convoy del Metro de Barcelona con pasajeros accediendo a los vagones / CG

Finalmente, el último Consejo Catalán de la Movilidad, celebrado el 10 de diciembre, alegó que esta tarificación del transporte público “no es de su competencia financiarla”, critican.

Agravio

Ecom quiere que se tenga en cuenta "el agravio comparativo de coste de vida" de los discapacitados, que calculan entre 17.700 euros y 41.200 euros anuales.

La federación considera que las citadas Administraciones muestran "una clara falta de voluntad política” de atender a sus demandas. Exigen que se garantice “la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad” en el acceso al transporte público.

Más afectados

Los discapacitados no son el único colectivo afectado por las nuevas tarifas de transporte público de 2020. Varios municipios han reclamado que los cambios vengan acompañadas de mejoras, que llevan reclamando hace tiempo. Los turistas también son otro de los perjudicados.

Las familias, por eso, eran las más afectadas y las que han conseguido una pequeña victoria. Reclamaban una tarjeta que no fuera unipersonal, ya que era la que más usaban. Ante el aluvión de críticas, la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) anunció el 12 de diciembre la creación de la T-Familiar. Eso sí, lleva menos viajes, ocho, y costará casi lo mismo que la T-10 actual, diez euros.