El foco está centrado ahora en los presos independentistas y el régimen penitenciario que le aplicará la Generalitat, pero en las cárceles catalanas se acumulan problemas laborales que, de nuevo, denuncian los funcionarios. Las medidas de seguridad que se aplican en prisiones como Brians II, situada en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) son insuficientes. Y el anuncio de un inminente curso de cocina que conlleva una colección de cuchillos de cocina en manos de los participantes no ayuda.
2018 | 2019 | Diferencia | |
Graves | 23 | 24 | +4,3% |
Leves | 105 | 133 | +26,6% |
Tentativas | 93 | 97 | +4,3% |
Totales | 221 | 254 | +14,9% |
“Los módulos están llenos de objetos no autorizados y que atentan contra nuestra seguridad”, explica la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que insta a la secretaría de Medidas Penales que “deje de racanear con nuestra seguridad porque esto no va incluido en el sueldo”, afirma el sindicato, el más representativo en las administraciones públicas. Asegura que la falta de plantilla, y la “desprotección alarmante” que conlleva, es extensiva a otros centros penitenciarios. “Pero parece que solo interesa el procés y te aseguro que en nuestra lista de prioridades no aparece”, explica un funcionario a Crónica Global.
'Diablos', pinchos, móviles, droga...
Según afirman, el citado curso de cocina se llevará a cabo en el módulo MR14. Consideran ilógico que esa actividad no se desarrolle en la cocina de Brians II y que tampoco se les haya consultado su propia realización. “Los módulos están llenos de objetos no autorizados y que atentan directamente contra nuestra seguridad: diablos (mango de cepillo de dientes al que se le insertan tres cuchillas de afeitar), pinchos, móviles, droga... Si no se toman medidas al respecto tendremos que lamentar la inacción de nuestros responsables”.
Existen precedentes culinarios en las cárceles catalanas. "Hoy he hecho un taller de cocina en Lledoners. Sin fuegos, sin utensilios y con muy pocos ingredientes. A cambio he recibido una lección de humanidad, valentía y firmeza. Con vuestro permiso, les he dado un fuerte abrazo, de parte de todos los que seguimos luchando #LlibertatPresosPolitics". La cocinera Ada Parellada anunciaba de esta forma en el verano de 2018 el banquete privado organizado en la cárcel donde estaban en prisión preventiva los procesados por el referéndum del 1-O.
Módulos con dos funcionarios, bajas de larga duración sin cubrir, refuerzos cesados, guardias bajo mínimos en servicio nocturno… Esta es la situación que se vive en Brians II, según CSIF. Incluso se han dado casos, añaden, de funcionarios que se han visto obligados a hacer 24 horas seguidas, “un hecho puntual que nos pone en alarma ante la penosa situación que vivimos”.
Aumento de agresiones
Según los datos que maneja CSIF, las agresiones a funcionarios de prisiones en Cataluña aumentaron un 15% en el primer semestre de este año. Ello supuso 223 incidentes con un total de 254 funcionarios agredidos. De éstos, 24 tuvieron que coger la baja médica, con un cómputo de 580 días de baja como consecuencia de la agresión de un interno. Estas situaciones dieron lugar a 69 denuncias presentadas ante los juzgados. El 22% de los trabajadores agredidos era personal asignado a los Departamentos de Régimen Especial (DERT).
Los centros donde los ataques tienden al alza son Mas d’Enric (Tarragona), Puig de les Basses (Girona) y Ponent (Lleida).