Manuel Sánchez (Granada, 1960) se sincera. Cuenta sus métodos, ideas y proyectos. Repasa todos los temas salvo, claro, lo protegido por el juramento hipocrático, algo especialmente importante estos días, cuando acaba de tratar en su centro médico, la barcelonesa Clínica DeSánchez, al Rey emérito. Juan Carlos I, exjefe de Estado, es uno de los pacientes del prestigioso facultativo, un colectivo al que el profesional no tiene reparos en llamar "su familia".
En conversación con este medio, Sánchez recuerda que DeSánchez es su nuevo proyecto para legar su visión de la medicina al mundo. "Se trata de una nueva iniciativa, ni selectiva ni elitista. No es un centro que seleccione por origen social, sino que está centrado en el bienestar personal", aclara. Esta visión se disemina desde el discreto chalé donde acuden los pacientes, también el Rey emérito. La villa, construida entre 1900 y 1901 por el arquitecto modernista Joan Rubió Bellver, lleva el título de Casa Alamany. Está catalogada por el Ayuntamiento de Barcelona.
"Atención personalizada"
Este palacete situado a pie de la Ronda de Dalt acoge el acto médico con el sello de Manuel Sánchez, un exprofesional de la Clínica Planas que tres años atrás, en 2016, inició su propio proyecto. Es aquí donde, también, se pergeña y modula el conocimiento médico del siglo XXI, que el propio doctor Sánchez divulga en varias universidades españolas y en obras sobre bienestar y antiaging. "Mi punto de partida es que el trato al paciente sea personalizado. Abogo por la medicina preventiva y proactiva, esto es, que el ciudadano no llegue a ponerse enfermo", indica. ¿Es ello posible? "Con un estilo de vida saludable, comiendo bien y manteniéndose activo, se ganan enteros", razona. Hay más. En su maletín de galeno, el doctor Sánchez --amigo de Su Majestad y "asentado en Barcelona desde hace 25 años"-- tiene más trucos. "Se puede trabajar el estilo de vida del paciente, pero también su genética y configuración celular", avanza.
Sánchez apoda este método de curación "la salud integral". Señala que ha visto como en algunos centros sanitarios "se trata a la gente a saco, a bulto" y aboga, precisamente, por hacer lo contrario. "Hay que pasar de la sanación a la prevención. Y ello pasa necesariamente por conocer al paciente", esgrime. Dicho y hecho. El doctor arroja luz sobre algunas de sus técnicas y aproximaciones, que aplica incluso con los pacientes vip, de los que se protege celosamente la identidad. "Trabajo con gente muy atareada. Pero ello no es óbice para que se pueda hacer un seguimiento de cada uno de ellos. Si terminan de trabajar a las 20.00 horas, pues me espero a que acaben. Si solo pueden venir a primera hora de la mañana, me adapto", enumera. "He llegado a desayunar con mis pacientes los sábados, pues no tenían otro hueco en su semana. Quedamos el fin de semana, tomamos un café y empezamos el tratamiento preventivo", reconoce. Revela el médico del padre del Rey de España otro secreto: tiene el móvil de sus pacientes. Y éstos el suyo. "Son como una familia", defiende. Peculiar o no, Sánchez cuenta con el aval del sector. "Es una persona seria. Me pondría en sus manos sin duda alguna", confirma un colega y director de clínica rival.
"Medicina leal y legal"
Los rivales le respetan y los pacientes confían su salud a Manuel Manolo Sánchez por varios motivos. El principal, cree el doctor, es que el profesional practica la medicina "leal y legal". "Ayer mismo me llamó una persona para recabar mi opinión de unos análisis que se había hecho. De forma anónima la atendí en base a los datos", narra. Los rocosos principios sobre los que reposa su método de sanación concomitan con otro ángulo: el tecnológico. "No comparto el hecho de que un nuevo fármaco o una nueva aproximación para tratar una dolencia tarde diez años en salir al mercado. A menudo la ciencia va demasiado despacio en comparación con el ritmo al que avanzan los descubrimientos", lamenta Sánchez. El doctor practica lo que predica. Defensor de las últimas técnicas, ha implantado el método del óxido nítrico para prevenir las dolencias cardíacas en la Clínica DeSánchez. Inhalado por el paciente, este vasodilatador mejora la circulación pulmonar y la salud del corazón.
Todo ello lo practica el doctor Manuel Sánchez con la discreción debida por hallarse en una de las zonas más coquetas de Barcelona. La Clínica DeSánchez la describen vecinos suyos como "una buena área de la ciudad condal" en la que conviven colegios internacionales --como la Benjamin Franklin International School o la OAK House School--, residencias para personas mayores, la Universidad Internacional de Cataluña (UIC) o propiedades premium. "Se trata de un lugar ideal para las personas que priman la seguridad y la privacidad", defiende la portavoz de una empresa situada en esta plaza. "La cercanía de la Ronda de Dalt facilita el acceso en coche particular. Asimismo, hay poco trajín de peatones y existe seguridad privada contratada por los vecinos desde hace años", agregan. Es aquí donde se sitúa la Clínica DeSánchez, donde se trató el Rey emérito el fin de semana. "Este centro médico encaja perfectamente como vecino. La zona es de servicios de alto nivel y tranquila", concluyen residentes consultados por este medio.