Las desavenencias entre el Centro de Atención Primaria del Raval (CAP Raval) y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) por la capilla de la Misericordia parecen haber llegado a su fin. La institución de Salud será la que se instale en el antiguo inmueble religioso, mientras que la ampliación del museo se llevará a cabo en un edificio de nueva construcción.
Esta información, adelantada por el diario El País, podría fin a un conflicto que ha durado meses y que ha enfrentado no solo a partidos políticos municipales, sino también al sector cultural y a los vecinos del céntrico barrio de la capital catalana. Todo ello, después de que el Ayuntamiento de Barcelona cediera el uso de la capilla tanto al Macba, en 2013, como al CAP Raval Nord, en 2017.
Reunión del Consejo del Macba
El acuerdo se ha hecho público durante la primera hora de la tarde del miércoles, después de la reunión del Consejo General del Macba en el que estan representados el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat, el Ministerio de Cultura y la Fundación del museo. También se ha dado a conocer el emplazamiento de su ampliación, que se situará en la misma plaza en la que se encuentra el edificio principal de la galería artística: se proyectará paralelo a la fachada gótica del siglo XVI del convento de los Ángeles.
La institución museística cede, así, en su objetivo de quedarse con el uso y disfrute de la capilla de la Misericordia, que se encuentra al otro lado de la calle y que consideraban su "espacio orgánico" de crecimiento. La insistencia por este espacio por parte del Macba se respaldaba, entre otros aspectos, en un informe encargado al arquitecto Jordi Ros --director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB)-- en el que se especificaba que ampliar el CAP del Raval Nord en su ubicación actual sería una solución más rápida que la de trasladarlo a la susodicha capilla.
Petición vecinal "urgente"
Los residentes en el Raval no estaban dispuestos a ceder, tampoco, en su petición de un nuevo centro de atención primaria que diera cabida a las necesidades del barrio. La plataforma Raval Nord consiguió 6.500 firmas --la mayoría, de "gente del barrio", según aseguró la organización-- para que se construyera el nuevo CAP en el antiguo edificio religioso. Único lugar que el departamento de Salud de la Generalitat aceptó, entre las opciones ofrecidas por el Ayuntamiento de Barcelona, para emplazar la instalación sanitaria.
También compartía esta opinión la directora del CAP Raval Nord, Anna Romagosa. La doctora manifestó que no había "otro espacio en el Raval Nord que la capilla, lamentablemente, y el nuevo ambulatorio debe estar dentro del barrio". La profesional advirtió de que la nueva instalación sanitaria "ya no es una necesidad, es una urgencia" y alegó que el lugar en el que se encuentra actualmente el centro sanitario de atención primaria "no cumple con las medidas de salubridad" ni las de seguridad laboral.