Las fuertes e inesperadas lluvias vividas esta semana en Cataluña han dejado grandes destrozos en la comunidad autónoma. Uno de los claros y tristes ejemplos se ha producido en una bodega de Espluga de Francolí (Tarragona), que quedó totalmente destruida. Pero tras la desgracia, el sector vitivinícola ha impulsado diversas acciones solidarias para apoyar a Rendé Masdéu, la empresa arrasada. Una de ellas es la de crear un vino solidario.
De este modo, a día de hoy no queda ni rastro del establecimiento creado en 1994. La fuerza del agua se lo llevó todo, el edificio donde estaba la bodega y el restaurante El Gatim, también propiedad de la familia Masdéu.
Acciones solidarias
Pero la mala fortuna es una oportunidad para despertar el perfil más humanitario de los vecinos. Todas las bodegas de la Conca de Barberà han sido llamadas a unirse a la creación de un vino solidario con la malograda empresa y que se pondrá a la venta a finales de noviembre. Se trata de una edición especial de un coupage solidario con una etiqueta con el nombre #alvostrecostat, que se podrá comprar en tiendas especializadas, restaurantes y establecimientos online. Las ganancias se destinarán íntegramente a la familia afectada, que lo ha perdido todo.
Pero no es la única medida. La segunda de las tres iniciativas trata de crear una etiqueta solidaria. Se elaborarán en colaboración con diferentes Denominaciones de Origen y se añadirán a las botellas. Estos vinos indicarán que se realizará un donativo solidario de tres euros. Como última acción, se ha puesto a disposición de quien lo desee un número de cuenta donde se pueden aportar donativos directos.
Más de 20 años de negocio
Mariona y Jordi, matrimonio y propietarios de la bodega, abrieron el negocio en 1994. Previamente, los hermanos Rendé Masdéu, Josep Maria y Joan, habían decidido modernizar sus plantaciones en 1991 y asociarse para la elaboración y venta en común de los productos de los viñedos de sus patrimonios respectivos. El número de botellas elaboradas, según indican en su página web, es de unas 50.000, cuya calidad y diseño eran controlados con remarcable sensibilidad.
Además, la pareja también regentaba el restaurante El Gatim, del que no queda ni rastro. Da la fatídica casualidad de que el negocio se abrió después de la gran riada de hace 25 años. Ahora, tras los inesperados acontecimientos, el objetivo de la familia es volver a poner en marcha todo de nuevo. El desconsuelo de Mariona en sus declaraciones públicas, cuando no podía contener las lágrimas y el profundo dolor a través de las entrevistas en televisión y radio, ha contribuido en gran manera a la formidable respuesta popular.
Agradecimiento a todo el apoyo
Pese a la desgracia, los propietarios de Rendé Masdéu quisieron agradecer en su cuenta de Instagram todas las muestras de solidaridad recibidas.
“En pocas horas hemos recibido una gran cantidad de muestras de solidaridad y afecto de familiares, amigos, clientes y gente de todo el país. Ante estas muestras no podemos hacer otra cosa que dar las gracias. Gracias porque ante la situación más adversa por la que hemos pasado, el amor y la ayuda de la gente nos da la fuerza necesaria para volver a empezar”, publicaron.