Marc Cases espera, desde octubre de 2018, su cita con el cardiólogo. Este paciente de 44 años sufrió un infarto en junio de 2016. Ese mismo mes fue intervenido en el Hospital de Bellvitge, donde le instalaron un stent --malla metálica que se expande dentro de una arteria del corazón, tras realizar una angioplastia coronaria--, y acudió a una revisión con el especialista en su centro de referencia, en Igualada. Un año después, tras ser intervenido de nuevo para colocarle un nuevo dispositivo, en esta ocasión, con medicación, acudió a dos consultas semestrales. Y desde aquella no ha vuelto a pasar ninguna revisión médica pese a tener agendada la cita.
“Días antes me llamaron para posponer la consulta a febrero de 2019”, explica Cases a Crónica Global. A día de hoy todavía no ha sido recibido por ningún cardiólogo. Cuando reclama y pregunta qué sucede le remiten a presentar una queja ante el Defensor del Paciente del Síndic de Greuges.
De cuatro a dos cardiólogos
El centro, que no cuenta con un servicio específico para atender afecciones coronarias, redujo su plantilla de cardiólogos de cuatro a dos en 2017, tal y como denunció el diputado de Cs en el Parlament Jorge Soler. En la actualidad, hay un profesional a jornada completa, y otro a turno partido. También cuentan con especialistas que realizan peonadas para realizar ecocardiografías. Según los datos del Servicio Catalán de Salud (CatSalut), la lista de espera para una visita con este especialista en el Hospital de Igualada era de 173 personas en agosto de 2019 --último dato disponible--, similar al mismo mes del año anterior, y por debajo de las de otros centros de referencia. Aún así, Marc lleva un año formando parte de ella.
Por su parte, trabajadores del centro sanitario confirman que “últimamente --sin especificar desde cuándo-- se ha reducido el número de profesionales y ha aumentado el tiempo de espera” entre los pacientes de cardiología de Igualada. Una situación que sufren otros centros y especialidades, lamentan desde la Federación de Sanidad de CCOO. "Faltan pediatras en atención primaria, también anestesistas. Cuesta encontrar profesionales para cubrir las necesidades", explica Paco Pareja.
Mes | Número de pacientes en lista de espera |
Agosto 2018 | 182 |
Septiembre 2018 | 152 |
Octubre 2018 | 124 |
Noviembre 2018 | 110 |
Diciembre 2018 | 107 |
Enero 2019 | 132 |
Febrero 2019 | 128 |
Marzo 2019 | 108 |
Abril 2019 | 69 |
Mayo 2019 | 55 |
Junio 2019 | 68 |
Julio 2019 | 106 |
Agosto 2019 | 173 |
Aumenta el tiempo de espera
Según los datos del CatSalut, desde enero se han realizado 420 primeras visitas de esta especialidad en el centro, pero no especifican ni cuántas consultas ni el tiempo de espera para el resto de pacientes coronarios. Datos que desde el Departamento de Salud se han negado a facilitar a este medio. Tampoco aclaran el número de cardiólogos con los que cuenta este hospital. Uno de los motivos de la falta de transparencia puede ser "que las listas de esperan han ido a peor durante los últimos meses, según informan los representantes sindicales de los diferentes centros", cuenta Toni Mora, responsable de Política Territorial y Acción Social de CCOO.
La atención médica en los centros públicos de Cataluña también se deteriora en urgencias. "La estancia media ha incrementado y en algunos hospitales, como Bellvitge, llega a las seis horas", lamenta Mora, que expresa la preocupación por la degradación, no solo de un servicio esencial, sino también de las condiciones en que se encuentran sus trabajadores, saturados ante la falta de recursos.
Tratamiento tras un infarto
Cases fue sometido a una angioplastia coronaria en 2016. Un procedimiento que sirve para destapar las arterias que pueden presentar diferentes grados de estrechez, que provoca la presencia de placas ateroescleróticas formadas por colesterol, calcio y células inflamatorias --causa de infartos y anginas cuando se rompen o erosionan--. "En contacto con la sangre provocan una trombosis y se forma un coágulo", explica el Dr. Alessandro Sionis, cardiólogo del Hospital Sant Pau.
Una vez colocado el stent, "el paciente necesita un seguimiento cardiológico para ver cómo ha quedado el corazón tras el infarto, porque una cicratiz muy grande puede afectar a la fuerza del órgano para bombear la sangre suficiente como para abastecer a todo el organismo", señala este especialista.
Visitas al especialista
Tras esta primera revisión, un mes después de la intervención, lo habitual es que se produzcan controles cardiológicos "periódicos, que se van espaciando a medida que el paciente está más estable", apunta Sionis. "Los controles no se realizan únicamente porque se haya instalado un stent, sino porque el paciente ha tenido un infarto, y se deben supervisar los factores de riesgo que lo han producido", añade.
Entre estos factores de riesgo se encuentran el tabaco, controlar el peso, el colesterol, tensión y diabetes. Algunos pacientes, como es el caso de Marc, que estuvo bajo tratamiento farmacológico tras sufrir la obstrucción cardíaca, necesitan pasar por la consulta de un especialista de manera periódica, aunque hace 12 meses que el Hospital de Igualada le aplaza la cita. "Los médicos de familia también tienen una responsabilidad importante, pero en coordinación con el cardiólogo", explica el sanitario de Sant Pau.