El bebé lanzado al Besòs habría nacido sin que lo supieran las familias de los padres

Los padres del bebé que fue arrojado al río Besòs por su progenitor habrían ocultado el embarazo y el nacimiento de éste a sus respectivas familias. Mantenían una relación amorosa y ambos son menores de edad. Esta última información es la razón por la que el padre, que confesó haber abandonado al pequeño en el cauce que pasa por Sant Adrià de Besòs (Barcelona), ha sido internado en un centro de menores. Podría enfrentarse a una acusación de asesinato. 

El juez de guardia de menores que ha recibido el caso ha decretado que esta medida cautelar se extienda, en un primer momento, durante los próximos seis meses. Sin embargo, podrían llegar a ser nueve, ya que la ley establece una prórroga de tres meses más en caso de que el magistrado competente lo considere oportuno. 

Ocultos en un hostal

Los dos jóvenes residen en L'Hospitalet de Llobregat y tienen 16 años. Según apuntan en el canal de noticias 3/24, ambos se habrían ocultado en un hostal al que accedieron durante la tarde del lunes 22 y del que marcharon al día siguiente, por la mañana. Más tarde fueron vistos por varios testigos en las inmediaciones del río Besòs, a su paso por Sant Adrià. 

Después de abandonar al pequeño en el cauce, el padre de éste habría ido a un bar desde donde hizo algunas llamadas. Poco después, los abuelos del bebé se habrían presentado en el lugar y, juntos, se marcharon. De allí se trasladaron a las dependencias de los Mossos, donde el joven comunicó los hechos acompañado de su padre. 

El bebé continúa en búsqueda

El cuerpo del recién nacido sigue en paradero desconocido. El dispositivo de búsqueda comenzó en la madrugada del miércoles y en él participan agentes de los Mossos d'Esquadra, de la Policía local de Sant Adrià y de los Bomberos de la Generalitat y de Barcelona. Los trabajos para encontrar al bebé se extendieron durante todo el día hasta el anochecer, sobre las 21.00 horas. A primera hora de la mañana del jueves han vuelto a comenzar. 

El antiincendios de Cataluña ha especificado que en el dispositivo se incluyen tanto agentes de suelo como del equipo de búsqueda bajo el agua y agentes caninos, entre otros. La búsqueda se centra, sobre todo, en los últimos 400 metros del Besòs y se realiza "dentro del río y también de lado a lado, sobre todo a la zona de cañizares", la zona más complicada por el entramado de las propias cañas. Un dispositivo aéreo da apoyo en la zona de la desembocadura del cauce, lugar en el que se sitúan miembros de salvamento marítimo.