Apalean a un turista en Barcelona para robarle

Apalean a un turista para robarle en la Barceloneta. Un grupo de jóvenes asaltó a un visitante extranjero en el barrio de Barceloneta el martes por la noche. La secuencia del robo violento fue captada por las cámaras de seguridad. Las imágenes de la misma la han difundido vecinos como protesta por la inseguridad que, dicen, se está cebando con la zona.

Según la grabación, grupos de turistas bajaban por la vía en dirección a la playa poco después de medianoche. En un momento de la madrugada, un grupo de jóvenes acorrala a dos de ellos, cortándoles el paso con una bicicleta. Tras ello, una de las víctimas trata de huir, pero un atacante lo zancadillea y desequilibra. Los asaltantes se echan encima del veraneante, golpeándole y tratando de arrebatarle sus pertenencias. Los cacos llegan incluso a robar una botella de refresco o combinado que lleva el agredido.

"Te roban te resistas o no"

Fuentes del sector de la seguridad han lamentado que las imágenes atestiguen que "en Barcelona hay grupos que te roban sí o sí, te resistas o no te resistas". Las mismas voces han criticado que haya "auténticas turbas de jóvenes que estén al acecho de lo que puedan arrebatar, sin importarles cómo quede la víctima".

Cualquiera que fueren sus impresiones, lo cierto es que los vecinos de la Barceloneta llevan tiempo quejándose de la presencia de cacos en el barrio. Tanto es así que en diciembre de 2018 algunos residentes se tomaron la justicia por su mano y apalearon a tres jóvenes sospechosos de haber participado en algunos hurtos.

Repunte de los crímenes violentos

Este ejercicio las cifras de criminalidad han continuado al alza en la ciudad condal tras un 2018 funesto. El ejemplo más reciente son los cinco homicidios que ha registrado la capital catalana en el mes de julio, racha negativa que ha llevado a igualar toda la cifra de muertes violentas del ejercicio precedente en solo siete meses.

A colación de ello, el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha dado luz verde a dos dispositivos policiales paralelos. Uno de ellos está destinado a prevenir la venta ambulante por parte del colectivo de manteros en el centro de Barcelona y, precisamente, el barrio de Barceloneta. El otro, en el que participan antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, blinda el Puerto Olímpico y otras zonas de ocio.