Lleida a través del tren de los lagos
La red de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña ha habilitado un tren para conocer Lleida a través de sus lagos
11 julio, 2019 13:26El verano es para muchos la mejor época para viajar o la única en la que pueden hacerlo, ya sea porque coincide con el hecho de que en esta época se concentra el mayor número de días de vacaciones o porque el tiempo es más propicio para realizar actividades al aire libre.
El turismo estival no tiene por qué concentrarse en playa o montaña, atascos de horas en la circulación o saturados vuelos aéreos. Existen otras alternativas más sostenibles y originales, como el tren de los lagos.
Tren ‘vintage’
Lleida, una de las provincias de Cataluña, cuenta con una de las líneas ferroviarias más sorprendentes de España. El tren de los lagos recorre todo su territorio, desde la capital hasta el inicio de los Pirineos, en locomotoras de la década de 1960.
El tren de los lagos es un tren vintage puesto en funcionamiento por la red de Ferrocarriles de la Generalitat con fines turísticos. Desde finales del mes de abril hasta principios del mes de noviembre está operativo para atravesar Lleida y conocer su entorno natural y paisajístico.
Cuatro grandes lagos
Desde la ciudad de Lleida hasta La Pobla de Segur, en la comarca del Pallars Jussá, las locomotoras y los vagones del tren de los lagos pasan por Balaguer y la sierra del Montsec en un recorrido total de 17 estaciones, 41 túneles, 31 puentes y cuatro lagos: Sant Llorenç de Montgai, Camarasa, Terradets y Sant Antoni.
El Embalse de Sant Llorenç de Montgai es el primero de los embalses de Lleida que se puede conocer a bordo del tren de los lagos. Situado entre las poblaciones de Camarasa y Balaguer, forma parte de la cuenca hidrográfica del Río Segre.
Entorno natural protegido
Situado a 240 metros de altitud, el lago ocupa el espacio de la Reserva Natural de fauna salvaje por ser el hábitat de especies de aves acuáticas protegidas como la garza real y la imperial.
También está considerado como zona húmeda de importancia nacional. Aunque la navegación a motor en sus aguas está prohibida, sí es posible navegar por él a través de otros medios, como barcas o piraguas.
Un embalse de 1920
El Embalse se Camarasa es el segundo por los que circula el tren de los lagos de Lleida es el de Camarasa. Recibe el nombre de la población en la que se encuentra, en la comarca de la Noguera, aunque también se extiende por los términos municipales de Avellanes Santa Liña y Ager.
La construcción del embalse, que data del año 1920 y está ligada a la propia red de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña, servía como punto de unión entre Camarasa y el Vallés. Una extensión acuática de 20 kilómetros que cuenta con su propio club náutico.
Territorio del buitre leonado
Al igual que el de Sant Llorencç de Montgai, el lago de Camarasa es un espacio natural de interés, en este caso por las especies de aves rapaces que en él habitan, como el quebrantahuesos o el buitre leonado.
En sus aguas está permitida la pesca, aunque para practicarla es necesario cumplir con el reglamento del consorcio por ser catalogado como coto de pesca. El barbo, la madrilla, el black blass y la carpa común son los ejemplares marinos que nadan bajo su superficie.
Arquitectura submarina
En cuanto al embalse de Terradets, es el tercero que los viajeros del tren de los lagos de Lleida conocerán será el de Terradets. Ubicado en la comarca de Pallars Jussà, sus aguas ocupan los municipios de Llimiana, Gabet de Conca y Castell de Mur, en un perímetro superior a los 17 kilómetros.
El lago de Terradets esconde bajo sus aguas el monasterio de San Miguel de Cellers, también conocido como monasterio del Congost. La construcción del embalse supuso la eliminación de este edificio eclesiástico que los expertos estiman que se erigió en el año 1170.
Humedal natural
Uno de los principales puntos de interés natural del lago de Terradets es la cola del embalse, una extensión de unas 110 hectáreas que se ha convertido en un humedal en el que abundan distintas especies de flora y fauna.
El de Sant Antoni es el último de los embalses que cruza el tren de los lagos de Lleida. El municipio de Talarn es quien da cabida a esta extensión acuática de 927 hectáreas.
Iglesia sumergida
El lago de Sant Antoni forma parte de la cuenca hidrográfica del Río Noguera y, más allá de Talarn, ocupa parte del terreno de los municipios de Pobla de Segur, Salás del Pallars, Conca de Dalt e Isona i Conca Dellà, en una distancia de 11 kilómetros.
Como en el caso del embalse de Terradets, la construcción del de Sant Anoni supuso la destrucción de la iglesia de San Antonio de Susterris, de la orden de San Juan del Hospital que ahora reposa bajo las aguas contenidas del lago.