La víctima de la agresión sexual múltiple de la Manada de Manresa ha declarado este lunes, ante la Audiencia de Barcelona, que fue violada por varios de los acusados y que estaba atemorizada porque éstos tenían "pistolas".
La joven, que ha prestado testimonio tras un biombo que la protegía de los siete sospechosos, ha explicado que solo recuerda "flashes" de lo ocurrido, porque cree que pusieron alguna droga en su bebida, aunque ha podido identificar a tres de los acusados que la habrían frozado: Maikel P.T, Bryan Andrés M.C., y Yordanis de J.C.
Fábrica abandonada
El suceso tuvo lugar en octubre de 2016, en una fiesta en una fábrica abandonada en el Camí Torre d'en Viñas de Manresa, a la que acudieron los acusados y en la que había unas 20 personas, en su mayoría menores, según el escrito de acusación de la Fiscalía. Uno de los individuos llevó a la víctima hasta el lugar, que entonces tenía 14 años, donde la violó. Según el relato de la acusación, minutos después animó a sus compañeros a hacer lo mismo.
La agredida ha manifestado ante el tribunal que se iban "pasando la pistola entre los tres" y ha señalado que recuerda estar en el suelo llorando, mientras tenía sobre ella a una persona con gafas.
Abuso sexual
El juicio arrancó la semana pasada con la declaración de los siete acusados, que han negado su implicación en los hechos. Fiscalía pide una condena por un delito de abuso sexual para seis de ellos, ya que no aprecia uso de violencia, mientras que el séptimo está acusado por presunta omisión de socorro.
Por su parte, el fiscal pide en su escrito de acusación penas que van desde los diez hasta los 19 años de prisión y seis meses para los seis acusados. Para el séptimo solicita una multa de 4.320 euros.
Protesta
Una cincuentena de personas se han concentrado esta mañana ante las puertas de la Audiencia como acto de repulsa contra los acusados. Durante la protesta, que ha convocado la plataforma unitaria contra la violencia de género, se han podido ver pancartas con el lema Basta agresiones contra las mujeres y No es abuso, es violación.
Teresa Vidal, miembro de la junta de la plataforma, ha considerado que no se pueden "diluir las cosas ni confundir: una violación es una violación, y no es un abuso ni otra cosa". Así, ha pedido que caiga todo el peso de la ley de lo que "representa una violación", y ha transmitido todo su apoyo a la víctima.