En vísperas del verano, muchas personas recurren a las cabinas de rayos UVA para broncear su piel, creyendo erróneamente que así la preparan para la exposición al sol. Aquí te explicamos cinco de los peligros que supone esta práctica:
1. Riesgos de desarrollar cáncer de piel
Varios estudios científicos relacionan la exposición a los rayos UVA en una cabina con el aumento del riesgo de padecer esta enfermedad. Motivo por el que la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia ya ha reclamado su cierre.
2. Exposición nociva sin límite seguro
No es una cuestión de ajustar la exposición a un determinado periodo de tiempo. Ya sea a través del sol, o en una cabina, la radiación ultravioleta es siempre nociva.
3. Más riesgo cuanto más joven
Según sanitarios galos, las personas más jóvenes --por debajo de los 30 años-- sufren más las consecuencias de la exposición a los rayos UVA. Así, sostienen que más del 40% de los casos de melanoma que sufre la juventud en Francia, es fruto de las cabinas de bronceado antes de alcanzar as tres décadas de edad.
4. Daños acumulativos
La piel es el único órgano que tiene memoria. Así, los daños provocados por la radiación se acumulan, y la persona que toma el sol en verano y sufre alguna quemadura, el daño que le produzca la cabina se suma al anterior y así sucesivamente.
5. Reacción fototóxica
Los dermatólogos advierten que el uso de estos espacios para broncear la piel puede producir una reacción alérgica si la persona toma algún medicamento o se aplica algún cosmético con determinados componentes.