Captar y retener a una persona mediante la fuerza o la coerción, en su mayoría con fines de explotación sexual y trabajo forzado. Naciones Unidas alertó en enero de este año contra la impunidad de la trata, una nueva forma de esclavitud que cada vez usan más grupos armados en zonas de conflicto para financiarse. La dificultad reside en detectar a las víctimas, en su mayoría mujeres y niñas. Desde Barcelona, la Unitat contra el Tràfic d'Éssers Humans (UTEH) combate esta lacra, "mediante un trabajo en red con cuerpos policiales y entidades que se centran en dar atención social, psicológica y jurídica a los afectados", cuenta a Crónica Global su coordinadora, Verónica Giménez.
Una labor que comienza cuando la persona afectada, en muchas ocasiones, está aún dentro de la red. "Desde la unidad podemos trabajar con mujeres que están todavía vinculadas a sus explotadores, pero eso no implica que no se les pueda facilitar información o que se puedan cubrir otros tipos de derechos que puedan ser vulnerados, y lo hacemos siempre en coordinación con el resto de servicios que han hecho esta detección", explica Giménez, quien relata que una de la tareas pasa por conseguir esa desvinculación y elaborar una valoración del riesgo. Si este es muy elevado, "se intenta hacer entender a la persona que existen recursos para escapar de esa situación”.
Ayudar a quien no pide ayuda
¿Cómo se puede ayudar a quien no pide ayuda? “Seguramente no ha verbalizado soy víctima de un delito de tráfico porque es probable que nosotros tampoco supiésemos cómo hacerlo; pero sí que se le puede dar apoyo para cubrir derechos que no tiene, desde gestionar una tarjeta para que tengan acceso a la sanidad; y trabajar para ofrecerle un contexto de confianza, en el que se sienta cómoda y acompañarla durante el proceso, para que recoja la información necesaria y cuando llegue el momento, se sienta preparada para tomar la decisión", cuenta la coordinadora de la UTEH. ¿Qué sucede cuando da el paso, existe algún tipo de recurso de acogida a su disposición? “Sí, el Ayuntamiento garantiza, a través de diferentes servicios, la atención de urgencia las 24 horas del día los 7 días de la semana".
Desarticulan una red de tráfico de personas en Barcelona / POLICÍA NACIONAL
"El tráfico de seres humanos es una forma de violencia machista, y la ley catalana así lo contempla”, recuerda Verónica. “Es una violencia extrema, y cerca del 80% de las víctimas son mujeres y niñas", cuenta. ¿Todas son extranjeras? “De las personas que atendimos en 2017, casi el 100% eran de otros países. Hemos tratado a alguna mujer autóctona, pero la mayoría eran de otras nacionalidades".
Formas de captación: trampas de familiares
Aunque parezca extraño, en la mayoría de casos, detrás del tráfico de personas se encuentran amigos y familiares de la víctima. “Se produce por el vínculo de confianza, que es lo que facilita que, en ocasiones, una persona pueda caer en según que trampas”, sostiene. “Si te lo dice tu tía, tu hermano o tus padres, aceptas una serie de condiciones que, si te lo propone una persona en la que no confías, costaría más”, señala Giménez, quien cuenta que las redes a veces son "grandes entramados" y otras de "menor escala".
¿Por qué caen en estas redes? ¿Existe un patrón que compartan las víctimas? "Trabajamos con más de 22 nacionalidades diferentes y cada caso es distinto, según el país de origen. Lo que está claro es que, con el tráfico, la voluntariedad que alguien haya podido manifestar en un momento dado, incluso si durante el trayecto les han dicho tú acabarás ejerciendo la prostitución en Barcelona, no es eximente de que exista un delito”, cuenta. En ocasiones se trata de una falsa oferta de trabajo, o un engaño acerca de las condiciones del mismo, o sobre la cantidad a la que asciende la deuda contraída con el viaje y cuándo se deberá abonar. “A veces les imponen una cifra que pactan en la moneda del país de origen, y cuando llegan a aquí, se encuentran que durante el vuelo se lo han convertido a euros, y no es lo mismo deber 4.000 nairas --la moneda de Nigeria--, que 4.000 euros”, explican desde la unidad.
Atrapados por el vudú
Las creencias religiosas se encuentran entre las razones que les impiden escapar. “Entre las mujeres de África subsahariana --no en todos los países, pero sí de los que hemos atendido--, el tema del vudú es muy importante. Es un contrato que se establece a través de creencias. No se escribe, pero tiene una validez como cualquier otro documento que firmamos aquí. Esta tradición tiene un peso fundamental sobre las víctimas de trata, ya que durante la ceremonia se pacta el un compromiso de pagar la deuda, de no hablar con las autoridades, y si no, está la amenaza de que todos los males y espíritus les harán daño”, lamenta Giménez.
Liberan a tres mujeres obligadas a prostituirse en Girona / POLICÍA NACIONAL
"Al principio existían amenazas de violencia física y una situación de control más intensa aquí --en el territorio---. Algo que ha ido cambiando, y ahora el control se hace a través de las redes sociales y sobretodo, en relación a la familia en el lugar de origen. Es decir, tú llegas a este pacto conmigo, yo conozco a tu familia, sé que tienes hijos, se dónde viven, y si no haces lo que te he dicho cuando llegues a Barcelona, quienes pagarán las consecuencia serán ellos”, relatan desde la UTEH.
Extorsión psicológica
¿Es más poderosa la extorsión psicológica y el miedo que la violencia? “Sí, tiene una potencia brutal. Y el problema es que nosotros no podemos garantizar la seguridad de las familias en el país de origen. No se puede luchar contra ello. Algunas organizaciones son capaces de asesinar, también nos hemos encontrado con eso. Dentro de lo malo, tienen que decidir, y las víctimas son personas que acostumbran a proteger siempre a la familia", cuenta Verónica. ¿Cómo se puede luchar contra esas amenazas? “Es una de las dificultades. En algunos casos, las víctimas, por sus propios medios, pactan con sus parientes que se trasladen a otro pueblo o ciudad. En otros casos las amenazas se han cumplido y entonces ya no tienen a quién proteger. También pueden tomar la decisión de forma consensuada con los suyos, porque no pueden más, y necesitan seguir adelante. Pero siempre existe un riesgo alto".
¿Qué viene después de dar el paso? "Desde el Ayuntamiento existe una red de colaboración con las entidades que trabajan esta problemática. Diversos programas y servicios, entre los que se encuentra el de inserción sociolaboral. Aparte de la atención a nivel social, jurídico y psicológico, ofrecemos acogida y, si la persona desea quedarse en el territorio, también acompañamiento para que pueda normalizar su situación aquí", cuenta la coordinadora de la UTEH.
Explotación sexual y mendicidad
¿La explotación suele estar ligada con la prostitución? "Es la que más se detecta y con la que más se ha trabajado, también a nivel europeo, pero hay otras modalidades. En estos dos años de vida de la unidad, hemos recibido a víctimas de otras tipologías de explotación como la mendicidad, explotación para comisión de delitos, también tráfico de órganos, matrimonio forzado, o para servidumbre doméstica”, explica.
Liberan a mujeres obligadas a ejercer la prostitución / POLICÍA NACIONAL
¿Cómo se detecta? "La identificación de los casos la hace la policía. En el momento en que cree que existe una víctima potencial ofrece un periodo de restablecimiento y reflexión si es extracomunitaria --el artículo 59bis de la ley de extranjería-- en el que se le ofrece la posibilidad de disponer de un tiempo para valorar lo que quiere hacer: quedarse aquí o volver a su país de origen. También se le plantea si quiere colaborar con la investigación que se inicia", cuentan desde la unidad que lucha contra la trata en Barcelona. Es en ese punto cuando la UTEH interviene para ofrecer atención social y asesoramiento jurídico. Si la persona decide seguir adelante, se le acompaña durante todo el proceso. Si decide, además, personarse como acusación particular contra los traficantes, también se pone a su disposición un abogado.
¿Y si la víctima no quiere formar parte del proceso judicial? "Será testigo en la causa, y el resto de servicios de acompañamiento social seguirán estando a su disposición. La importancia reside en estar en el momento justo en lugar adecuado. Hay personas que están en esta situación y puede que no quieran o no puedan hacerlo, pero pasan dos o tres meses y llaman para pedir ayuda”, sostiene Giménez. Para ello el servicio ofrece un trato “muy personalizado. No se trabaja siguiendo un protocolo. No se trata de que pidan ayuda y la Administración decida por ellos. Cada caso es un mundo, así como el país de origen, y la formación de cada uno también influye”, subraya.
Cifras
Desde la UTEH explican que es imposible cuantificar el número de víctimas de trata que puede haber en la capital catalana. Por ese motivo también trabajan en el ámbito de la formación, para facilitar que otros profesionales puedan hacer la detección "e intentar que todos los servicios municipales conozcan el fenómeno del tráfico de personas". También es fundamental propagar información sobre esta problemática. "Que sea algo que la gente conozca, que sepa que existe y qué mecanismos hay para que puedan pedir ayuda”. ¿Cómo se consigue que estos recursos lleguen a las víctimas? "Ese imaginario de que viven secuestradas, no es lo más habitual. A veces tienen acceso a las redes sociales, o se desplazan en transporte público, y la coacción proviene de vías mucho más poderosas, no están encerradas en un lugar", explican desde la unidad.
Se trata de una labor que se desarrolla en red. Después de que los cuerpos policiales o las entidades detecten a una posible víctima, se pone en marcha el mecanismo para determinar si es así y que la UTEH pueda ofrecer una salida ante esta nueva forma de esclavitud.