El tripartito de Andorra veta la legalización del aborto
A pesar de las promesas electorales, la interrupción voluntaria del embarazo en el país pirenaico seguirá prohibida incluso en los supuestos impuestos por la ONU
20 mayo, 2019 00:00El triunfo del centro-derecha en Andorra ha sido un "desastre" desde el punto de vista de las asociaciones feministas. Una de las luchas más encarnecidas por parte de estos colectivos es la legalización del aborto en el país que no solo está prohibido por su Constitución sino que incluso conlleva sanciones por el Código Penal andorrano.
La presión de las agrupaciones sociales en defensa de los derechos de la mujer parecían haber forzado a los partidos a incluir propuestas sobre este tema en sus programas electorales. Sin embargo, las elecciones han alzado al poder a una coalición --Demòcrates, Liberals y Ciutadans Compromesos-- que da por zanjada la discusión sobre los derechos reproductivos por completo.
El aborto en Andorra
Europa cuenta con tres países en los que el aborto es ilegal: el Vaticano, Malta y Andorra. La Constitución de este último, redactada en 1993 entre el Consell General y los dos copríncipes --el obispo de la Seu d’Urgell y el conde de Foix, en aquel momento--, reconoce en su artículo 8 "el derecho a la vida y la protege plenamente en sus diferentes fases". Además, el aborto está tipificado como delito en el Código Penal del Principado y, como tal, comportaría penas de cárcel.
El país no contempla ni siquiera la posibilidad de acabar con el embarazo por los supuestos mínimos defendidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como norma internacional: casos de riesgo para la vida o la salud --incluida la mental-- tanto del feto como de la madre, embarazo tras una violación o incesto e "impedimento irreversible del feto durante el primer trimestre o después si es necesario". La presidenta de Stop Violències de Andorra, Vanessa M. Cortés, asegura que cada año se conocen casos de menores que han sido "obligadas a parir" a consecuencia de esta prohibición. "Hay niñas de 13 años que han tenido que tener hijos porque no se puede abortar aquí", explica.
'Huida' a España y Francia
Según Cortés, psicóloga especializada en violencias, entre 100 y 150 mujeres de Andorra visitan hospitales públicos de Cataluña y Francia para someterse a un aborto. La activista andorrana asegura que podrían ser muchas más. “La magnitud de la tragedia no se puede saber” ya que no se conocen los datos de las que prefieren visitar clínicas privadas para interrumpir sus embarazos.
Manifestación del 8M por en Andorra / STOP VIOLENCIES
El último registro de interrupción voluntaria del embarazo de la Generalitat de Cataluña con datos desagregados por países es el de 2009. En aquel año, 1.094 mujeres residentes en el extranjero abortaron en hospitales públicos de Cataluña, de las cuales el 13,7% --esto es, unas 149-- llegaban desde el Principado. La edición más reciente del registro catalán ofrece datos de 2017 y se especifica que 851 mujeres residentes en otros países pasaron por este procedimiento médico, pero no se detalla su procedencia.
Promesas electorales y 'paso atrás'
Liberals d'Andorra fue uno de los partidos que se posicionó a favor de conocer la opinión de la ciudadanía sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Durante la campaña electoral, el candidato Jordi Gallardo aseguró que su partido haría "un referéndum sobre la legalización del aborto en los tres supuestos básicos" y desarrollarían políticas conforme los resultados de la votación. También Demòcrates per Andorra, el partido más votado en las elecciones, ha hablado sobre el aborto en campaña. Xavier Espot, candidato de esta formación y a la sazón jefe del nuevo Gobierno en el micropaís, auguró la creación de un servicio de acompañamiento de las mujeres encinta que, incluso, llegaría a facilitar el aborto de las andorranas --eso sí-- fuera de las fronteras. Una propuesta que también se intuía en las propuestas electorales de Ciutadans Compromesos.
Publicación de Liberals d'Andorra donde aseguraban un referéndum sobre el aborto en el país / TWITTER
Sin embargo, formar Gobierno es un juego de equilibrio de fuerzas y, para el partido con mayor número de escaños en el Consell General de Andorra, la legalización de este derecho internacional ha vuelto a ser una línea roja infranqueable. Lo que deja sin salidas la apertura de miras sobre la interrupción del embarazo. Gallardo ha admitido que algunas de las propuestas electorales de su partido "no se podrán plantear" y la del referéndum sobre el aborto será uno de ellos. Asimismo, la propuesta del servicio de acompañamiento de Demòrates sigue adelante, aunque siempre sin caer en "ningún hecho ilícito".
Gobierno andorrano "en riesgo"
Muchos políticos del Principado ven la inclusión de este derecho como un ataque a la estructura de Estado, en la que está presente la Iglesia. Uno de ellos es el propio Espot, quien aseguró que "determinados cambios legislativos pueden poner en riesgo nuestro sistema institucional" tras ser preguntado por ello. La declaración del jefe de Gobierno está sustentada por el Vaticano, que especificó a finales de 2018 que la legalización del aborto conllevaría la abdicación del obispo de la Seu d'Urgell como copríncipe.
Otro de los partidos que optaban a liderar el Ejecutivo andorrano, Terceravia, propuso durante la campaña electoral una alternativa a la prohibición: la definición de "vida" para conocer científicamente en qué momento "comienza" y, así, poder actuar en consecuencia. Esta iniciativa tampoco convence a Espot ya que la considera una fórmula para "cambiar la Constitución por la puerta de atrás". Así las cosas, las mujeres de Andorra continuarán sin poder ejercer este derecho en su propia tierra.