Un estudio muestra que las universidades catalanas aún están lejos de la equidad y no reflejan la diversidad de clase ni de género. Los datos de Via Universitària (2017-2019), un informe promovido por Xarxa Vives d'Universitats, muestra que los hijos de los adultos con un nivel formativo bajo representa el 22% del total, mientras que sus progenitores suman el 40% del total de población. Además, solo el 10,5% de los estudiantes universitarios son de estrato social bajo.
En la investigación han participado Miquel Martínez, catedrático de Pedagogía de la UB, Antonio Ariño, catedrático de Sociología de la Universidad de Valencia, y Ernest Pons, profesor de estadística de la Universitat de Barcelona. En relación con los datos, los autores han afirmado que es necesario impulsar políticas para garantizar el "acceso equitativo de los varios perfiles sociales".
Disparidad de género
El informe también ha destacado que existe desigualdad de género a la hora de cursar una carrera universitaria. En este sentido, Pons ha indicado que todavía hay “titulaciones masculinizadas” como las ingenierías (donde solo el 32% son estudiantes femeninas), en las que las mujeres son minoría debido al “síndrome de la impostora”, que consiste en tener la creencia de que las capacidades propias son insuficientes para alcanzar ciertos objetivos.
En este contexto, los autores señalan que, pese a que las mujeres siguen siendo mayoría en la universidad, "los grados reproducen las tareas del ámbito doméstico marcadas por el género". Por el contrario, los hombres se sienten más seguros a la hora de escoger estudios vinculados a la toma de decisiones y ocupación de instituciones.
La Ley Wert, bajo sospecha
Esta medida legislativa reformó el artículo 1 de la Ley Orgánica 8/2013 para la mejora de la calidad educativa (LOMCE, también conocida como ley Wert). El cambio introdujo como principio informador la equidad para garantizar "la igualdad de oportunidades para el pleno desarrollo de la personalidad a través de la educación, la inclusión educativa, la igualdad de derechos y oportunidades que ayuden a superar cualquier discriminación y la accesibilidad universal a la educación".
Sin embargo, los profesores aseveran que, pese a esta reforma, la igualdad de acceso a los estudios está lejos de ser una característica del sistema universitario. Los autores añaden que muchas conclusiones del estudio deben enmarcarse bajo el impacto de la ley Wert.