Los jóvenes catalanes, en peligro de padecer problemas auditivos
El 50 % de los jóvenes de entre 12 y 35 años corre el riesgo de padecer problemas de audición derivados de una sobreexposición a ruidos elevados
24 abril, 2019 10:55Como cada último miércoles de abril desde hace más de dos décadas, el 24 de abril se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, una campaña a nivel mundial que tiene como objetivo promover el cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y alertar sobre los efectos adversos que tiene este contaminante para el bienestar y la salud de las personas.
Los problemas auditivos son bastante comunes en la sociedad. En Cataluña, por ejemplo, entre el 40 y 50% de la población comienza a experimentar pérdidas auditivas alrededor de los 55 años debido al envejecimiento. Las personas que presentan signos de presbiacusia, según indican los expertos, serán dentro de poco tiempo las de la franja de edad entre los 40 y los 50 años. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que para el año 2050 un 10% de la población mundial sufrirá problemas auditivos por una exposición a ruidos elevados.
La música, muy presente en la rutina de la población
Los jóvenes están en el centro de atención de la OMS, ya que la mitad de las personas de entre 12 y 35 años “corren el riesgo de ver deteriorada su capacidad auditiva por una exposición a ruidos elevados durante un tiempo prolongado”. Es una de las conclusiones que se reflejan en el II Estudio de hábitos de cuidado auditivo elaborado por GAES, cuyos expertos indican que “esto se debe a que cada vez son más las personas que incorporan el sonido a sus actividades diarias, especialmente los más jóvenes”.
En este sentido, el informe revela que un 67% de los catalanes de entre 25 y 34 años prefiere trabajar con música (en la franja de edad comprendida entre los 18 y los 34 años esta cifra es del 57%), el 49% se relaja con sonido en lugar de hacerlo en silencio y el 88% escoge realizar deporte escuchando música. “Si a esto le sumamos que los jóvenes son los que más acostumbran a utilizar auriculares para escuchar música, nos encontramos ante un aumento del tiempo en la exposición a sonidos con niveles superiores a los recomendados”, ha puntualizado Francesc Carreño, director de audiología y calidad de GAES. Además, el 30% de los jóvenes de Cataluña del mismo rango de edad reconoce escuchar música a un volumen alto, por encima de los sesenta decibelios recomendados.
Los oídos soportan hasta 100 dB en un concierto de música
Los expertos señalan que, “si bien hace unos años la pérdida auditiva se relacionaba con una sobreexposición al ruido en el ambiente laboral, actualmente se observa una tendencia a padecer dificultades auditivas debido al ruido en el tiempo de ocio y al uso prolongado de dispositivos musicales con un volumen excesivo”.
Multitud de jóvenes en un concierto / UNSPLASH
En los últimos años se han impulsado diferentes campañas de concienciación, que han dado lugar a la aparición de nuevos reglamentos, un mayor uso de protección auditiva y acciones para provocar menor ruido en el entorno laboral. Sin embargo, esta concienciación no existe en lo que al ocio se refiere. “Por ejemplo, en un concierto podemos llegar a soportar hasta 100 dB, escuchar música con auriculares puede superar los 90 dB y estar en un bar puede llegar a alcanzar los 80 dB”, subrayan los responsables del informe.
Prevenir para evitar problemas en el futuro
A la hora de prevenir problemas auditivos, los expertos ponen énfasis en que la mejor solución es tomar precauciones de antemano. “En este sentido, es muy importante que se adquieran unos hábitos auditivos que ayuden a generar menores niveles de ruido y acostumbrarnos a protegernos cuando no podemos evitarlos”, ha apuntado Francesc Carreño, que también ha recordado que, tal y como se afirma en el estudio, “sólo el 8% de los encuestados desveló utilizar protectores auditivos”.
“Lo que es realmente necesario es incidir en la importancia de controlar el volumen de los dispositivos electrónicos para no superar el umbral de decibelios recomendado. Para ello, actualmente contamos con tecnología capaz de regular el sonido y que nos advierte de la intensidad cuando se supera la franja máxima establecida”, ha concluido el especialista.