Hay destinos famosos por sus espectaculares paisajes, playas de arena blanca y mar turquesa. Galicia, además de ofrecer un sinfín de planes, es un territorio que destaca, sobretodo, por su extraordinaria gastronomía. Esta es una selección de diez platos que deberías probar si planeas una escapada a la comunidad:
Pulpo
Sí, puedes comerlo en casi cualquier lugar, pero no será igual. Preparado con mimo, el pulpo se sirve sobre una tabla de madera, con una generosa cantidad de aceite de oliva y pimentón picante. Que no te engañen, no se come con patatas y, sobretodo, es cocido --nada de plancha ni inventos raros--.
¿Dónde comerlo? En Melide, en pulpeiras de toda la vida. Una ración de este manjar acompañado por una buena taza de albariño o riveiro, nunca defrauda.
'Raxo'
Este lomo de cerdo adobado, que se suele servir acompañado de patatas fritas bien crujientes, es un imprescindible del tapeo gallego. Cenar compartiendo varias raciones entre amigos es uno de los planes habituales en tierras gallegas.
Esta carne se corta en dados y se fríe. Se sirve cortado en dados y a veces también se acompaña con unos pimientos de Padrón.
'Caldeirada'
Un guiso típico de pescadores tan sencillo como sano y suculento. Se trata de la caldeirada. Cualquier pescado blanco acompañado de patatas y la allada, un sofrito de ajo y pimentón, que se añade al final de la cocción.
Cocido gallego
Aunque el madrileño se lleva la fama, el cocido gallego no tiene nada que envidiar a su vecino. ¿Por qué? Para empezar, lleva grelos, tampoco le faltan garbanzos, y no prescinde de las patatas.
Los acompañantes cárnicos pasan por el lacón, el botillo, la cabeza de cerdo --con su oreja incluida-- y lo que comensal pueda aguantar.
Tortilla de Betanzos
La madre de todas las discusiones culinarias: ¿tortilla con o sin cebolla? En este caso no lleva. Se trata del popular plato de Betanzos, una tortilla poco cuajada, con más huevo que patata.
Para conseguir un buen resultado es primordial utilizar ingredientes de primera calidad: huevos camperos y patata galleta, además de un buen aceite de oliva virgen extra. ¿Dónde se puede degustar? La Penela, o Casa Miranda son dos de los locales más míticos de esta localidad gallega, que han recibido varios galardones por sus platos.
Pimientos de Herbón
Estamos hartos de ver en las cartas de bares y restaurantes "pimientos de Padrón". Pueden ser pimientos, pero no son de Padrón. Este delicatesen tiene su origen en una pequeña parroquia de La Coruña, y su temporada es el verano, así que, que no te den gato por liebre.
Podrás degustarlos en cualquier local de tapas, pero recuerda, su mejor época es en agosto.
Queso
En cada territorio se elabora algún queso característico. En Galicia no iba a ser de otra manera, pero te proponemos tres que destacan por encima de los demás: el de Tetilla, suave y de textura cremosa; el de San Simón, similar al anterior pero ahumado; y el de Arzúa-Ulloa, el más cremoso de los tres y más redondeado y achatado.
Empanada
Una de las reinas de la gastronomía gallega en todas sus variedades. La de millo --maíz, en gallego-- sin duda es un emblema, pero aunque sea de masa tradicional, todas son una delicia. Rellena de berberechos, pulpo, sardinas, zorza,...¿Alguna sugerencia? Seguro que la encuentras, de la más tradicional a la más irreverente.
Caldo
Igual que los pimientos son un alimento estival, el caldo gallego se reserva para los meses de invierno. Sus ingredientes son grelos, habas y patatas, que se aderezan con un poco de unto, para entrar en calor.
Una taza de este brebaje cura el alma. Eso sí, mejor en cunca --tazón, en gallego--.
Marisco
Sí, el marisco es quizá uno de los manjares más conocidos de las Rías de Galicia. Desde los percebes, pasando por las cigalas, el centollo o las nécoras. Es imprescindible probar uno de estos manjares para irse de la comunidad con buen sabor de boca.