En los últimos 18 meses se han producido cuarenta ataques, que van desde insultos a agresiones físicas, a periodistas en Cataluña. Según la clasificación mundial de la libertad de prensa que elabora cada año Reporteros Sin Fronteras (RSF), la comunidad es un territorio "hostil" para los informadores.
De hecho, la organización ya expuso el año pasado que el referéndum independentista del 1-O había creado un ambiente "asfixiante" para los periodistas.
"Extrema polarización"
Según el informe de 2019, la "extrema polarización" de la política catalana ha contagiado a los medios de comunicación y también a sus audiencias. "Los periodistas se han convertido en una de las principales vícitmas de las hostilidades", añade, aunque observa una "clara mejoría" respecto al año anterior, durante el que la situación fue "muy tensa".
En cuanto a la clasificación mundial, España se sitúa en el puesto 29. Dos puestos por encima de 2018, y obtiene una calificación satisfactoria. Pero este ascenso, según RSF, "no representa una mejora absoluta, sino un deterioro" relativamente menor que otros vecinos de tabla.
"Odio a los periodistas"
La organización critica que, al igual que en otros países democráticos occidentales, "el odio a los periodistas se ha hecho presente en España". También hace referencia al caso de los dos periodistas a quienes el juez Miguel Florit ordenó requisar sus móviles para investigar una presunta revelación de secretos en el caso Cursach, un hecho que considera un "caso grave de intento de violación al secreto de las fuentes de información periodísticas".
RSF también lamenta también de que no se haya reformado la Ley de Seguridad Ciudadana porque supone "una fuerte amenaza para la libertad de prensa".