Una de las mejores formas de descubrir un sitio es a través de su gastronomía. Aunque existan una gran variedad de restaurantes y formas de cocinar, el producto original sigue siendo mismo, transmitido de generación en generación. La cocina suele ser un reflejo de la historia del lugar, con recetas que no necesitan ser las más elaboradas para poder decir con orgullo que son platos tradicionales y auténticos. Barcelona no es una excepción y, aunque hay platos que se comparten con la gastronomía catalana, hay algunos detalles que hacen a ciertas comidas especiales en la Ciudad Condal.
El primero y más importante de ellos es, sin lugar a dudas, el pan con tomate, esencial en la dieta mediterránea y un símbolo dentro y fuera de Cataluña. Su sencillez, sin prácticamente secretos, lo convierte en un manjar al alcance de cualquiera. A pesar de ello, algunos restaurantes han querido especializarse y destacan en un plato que, a priori, parece casi imposible de hacer especial. Esto no ha impedido que La Bodegueta del Poble Sec, El Drapaire, Can Vallés o Carl Pep, entre otros, hayan logrado hacer del pan de payés, el ajo, el tomate, el aceite y la sal una elaboración que no debe faltar en cualquier visita a la capital catalana.
Las bravas de Barcelona, marca de la casa
Con origen en las calles de Madrid, las patatas bravas dieron el salto a Barcelona para mostrar su estilo más auténtico en el Bar Tomás, situado en carrer Major de Sarrià, 49. Según explica Edu González, catador de más de 900 patatas bravas, la receta que se gestó en este lugar fue con la base de la patata con el alioli por encima, culminando con unas hierbas infusionadas en aceite. Su atractivo no tardó en desplegarse por la ciudad, y poco a poco fueron muchos los bares que no sólo las añadieron como tapa, sino que también hicieron de este plato tan tradicional un entrante que muchos se toman como principal.
Unas patatas bravas típicas de Barcelona / BAR TOMÁS DE SARRIA
Senyor Vermut o La Esquinica son dos bares donde se pueden degustar algunas de las mejores patatas bravas de Barcelona. Algunos cocineros han querido reinventar otra vez la fórmula y llevarla a su terreno, como es el caso del Bar Omar, donde se utilizan cabezas de gambas para la elaboración junto con azafrán para la salsa. Otra receta que destaca entre las mejores de la Ciudad Condal para este catador de bravas son las que ponen en Sant Antoni Gloriós, ubicado en Manso, 42. Además, como punto extra, está el hecho de que se utilizan patatas de temporada, haciendo que volver sea mucho más fácil.
El bikini, un histórico de Barcelona
Curiosamente, otro de los platos típicos de Barcelona también es de los más sencillos, pero es un valor seguro. El sándwich de jamón y queso aquí recibe el nombre de bikini, y es un manjar que no puede faltar en la lista. Como ocurre con los platos anteriores, llevarlo al terreno de cada uno y hacerlo especial es lo que más valora el cliente a la hora de escoger un lugar para degustarlo. Es por ello por lo que hay unos cuantos restaurantes y bares que han querido hacer de este sándwich algo más que el que popularizó la famosa sala de baile.
El bikini de Carles Abellán en Barcelona / CARLES ABELLÁN
En El Taranná Cafè, en carrer de Viladomat, 23, han querido mejorar la receta clásica con algo tan lógico como era cambiar el pan de sándwich típico por pan de payés, obteniendo una textura diferente que realmente hace pensar si no es la versión mejorada del bikini tradicional. Por su parte, en Marmalade, situado en carrer de la Riera Alta, 4, lo han adaptado a un brunch, rebozándolo con huevo y friéndolo un poco. De esta forma, le dan una mayor consistencia para que no sea un simple bocado. Aunque la reinvención más radical y sofisticada es la llevada por el cocinero Carles Abellán en Tapas 24, situado en carrer d’Aristides Maillol. Jamón ibérico, mozzarella y trufa, una combinación infalible que asombra en el paladar de quienes lo prueban.