El hombre detenido en relación a una agresión sexual en la localidad barcelonesa de Berga esperará el juicio de los hechos en prisión. Así lo ha decidido la magistrada del Juzgado de Instrucción 2 del municipio, quien ha tomado declaración hoy al presunto agresor, a la víctima y a cinco testigos.
El investigado ha comparecido ante la jueza esta mañana para prestar su versión de los hechos. Sin embargo, se ha acogido al derecho de no declarar y, tras todas las deposiciones de los llamados a comparecer, la Fiscalía ha pedido para él prisión provisional, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
"Indicios racionales" de delito
La magistrada ha entendido que de las declaraciones y demás diligencias realizadas sobre el caso se desprende que existen "indicios racionales de la comisión de un delito", una de las razones indispensables incluidas en la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que se pueda decretar la reclusión en prisión del individuo acusado. Asimismo, debe existir una "determinada previsión penológica atribuible a una persona determinada". Es decir, que sea previsible una condena penal sobre el detenido por los hechos de los que se le acusan. En en este caso, la condena por agresión sexual sería de entre seis y 15 años de cárcel.
A la gravedad de los hechos y a la pena asociada al delito que se trata en este caso se le suma un agravante más, que refuerza la decisión de la jueza: el riesgo de fuga. Según consta en el auto judicial, el detenido, de 33 años, no tiene regularizada su situación en España y se resistió a la detención.
Causó lesiones a la víctima
La juez también resalta que la explicación de la víctima de 72 años ante los Mossos d’Esquadra es "totalmente coincidente" con su relato en sede judicial, y además el examen del médico forense constata lesiones tras la agresión.
El relato de la víctima no ha sido incluido en el auto de instrucción en cumplimiento de las consignas incluidas en el Estatuto de la Víctima, aunque se conocen algunos detalles del suceso. El autor de los hechos habría agarrado a la mujer del cuello y arrinconado en un portal de una de las calles principales de Berga. La tiró al suelo y la volvió a coger del cuello para que dejara de gritar para, posteriormente, llevar a cabo la agresión. Un testigo --el que avisó a los Mossos d'Esquadra-- ha declarado que vio al detenido con el pantalón y los calzoncillos bajados y a la víctima en el suelo, semidesnuda y "en estado de shock".