Desde que aparecieron internet y los teléfonos inteligentes, las personas mayores de 65 años se han ido adaptando al entorno tecnológico y cada vez hacen un uso más intensivo de internet y de sus aplicaciones. Casi la mitad de este sector de la población se conecta a internet desde su casa y un 83 % utiliza el smartphone como dispositivo para acceder a la red. Entre los diferentes servicios, WhatsApp es la aplicación que más utilizan los adultos mayores de 65 años, según un estudio del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la Universidad Oberta de Cataluña.
Los mayores acceden una media de 17 veces al día, de manera breve pero repetida en el tiempo, para sentirse conectados emocionalmente con la familia y los amigos en cualquier momento. Los principales motivos son presión social y el factor económico, según los resultados de la investigación. El hecho de que su entorno tenga la app los empuja a descargársela para comunicarse con ellos, pero, a diferencia de los usuarios más jóvenes, prefieren hablar sobre acontecimientos importantes o malas noticias mediante llamadas de voz, lo que les permite transmitir, percibir las emociones y ser más espontáneos.
No son ‘spameadores’, pero sí que caen en la trampa de las noticias falsas
A pesar de la fama de spameadores, las personas mayores no reenvían más imágenes, audios u otros tipos de informaciones que el resto de usuarios de otras generaciones. Sin embargo, son los más propensos a compartir noticias falsas, pues han entrado más tarde que otras generaciones en el mundo de las nuevas tecnologías y desarrollan más tarde las habilidades para identificar cuáles son bulos y cuáles no.
Mujer mayor de 65 años / UNSPLASH
Entre las costumbres de uso de WhatsApp en esta generación, destaca que no suelen escribir a partir de las diez de la noche y utilizan una redacción muy cuidadosa, con un uso del lenguaje más elaborado y siguiendo las normas de puntuación. Aunque, aquellas personas que no han tenido tantas oportunidades para educarse, prefieren no escribir para evitar cometer errores.