Cada vez hay más celíacos en España. Los datos apuntan a que alrededor del 1% de la población del país está afectada por esta enfermedad, y la cifra aumenta en un 15 % cada año. Además, cerca del 10% de los españoles son sensibles al gluten, una patología de nuevo diagnóstico. Aunque todavía hay muchas personas que sufren estas dolencias, todavía no han sido diagnosticadas.
Las dietas sin gluten están de moda, y eso ha provocado que cada vez más restaurantes apuesten por ofrecer en su carta opciones especialmente pensadas para celíacos. “Son buenas noticias para ellos, ya que más del 40% come lo que no debe al menos dos veces a la semana”, apuntan desde Holidu, que explican que seguir este tipo de alimentación no es nada fácil debido a los compromisos con amigos, días estresantes en el trabajo, viajes… Por eso ha elaborado un ranking con las ciudades españolas en las que es más fácil comer sin gluten. Listado que aparece encabezad por Granada, Barcelona y Santiago de Compostela.
Granada: 8’51 restaurantes por cada 10.000 habitantes
Los celíacos que visiten Granada pueden “regalarse el paladar sin miedo a las consecuencias” en Hicure, un restaurante situado a 0,5 kilómetros de la Catedral. Ofrece un menú perfectamente etiquetado para que los comensales que tengan problemas con el gluten sepan de un vistazo cuáles son sus opciones válidas. “Puedes abrir el apetito con una crema de verduras, un rico gazpacho o incluso unos espaguetis de calabacín con pesto, para luego hincarle el diente a una hamburguesa sin gluten o un delicioso pisto con patatas. De postre te puedes pedir nada menos que una tarta de queso sin gluten, un helado o unas natillas de cacao con leche de coco”, recomiendan desde el buscador de alquileres vacacionales.
Una segunda opción en la ciudad andaluza es el restaurante italiano Tuttoría, donde degustar deliciosas carnes (rabo de toro, solomillo al Pedro Ximénez…) y risottos (de carne, de almejas y calamares, de boletus…). Y para los que se queden con hambre, nada como optar por su berenjena a la parmesana, “que hace la boca agua”.
Barcelona: 7,12 restaurantes por cada 10.000 habitantes
La segunda ciudad española que mejor satisface las necesidades de los celíacos es Barcelona. Holidu recomienda un restaurante situado a apenas trescientos metros del barrio Gótico, Viana, “una opción ideal para picar sin alejarse del centro”. “¿Te apetece abrir boca con un sabroso ceviche de marisco y pescado, un carpacho de presa ibérica con provolone (opción sin gluten disponible) o prefieres unas patatas bravas?”, señalan. “En cualquier caso deja sitio para alguno de sus platos fuertes: bacalao en salsa de naranja, cochinillo crujiente o pollo de payés a las hierbas provenzales (te los adaptan si lo pides)”.
M2 Gluten Free, en el barrio de Les Corts, es otro de los restaurantes que apuestan por la cocina sin gluten. Ofrece un sinfín de opciones: desde pizzas a hamburguesas, pasando por pad thai, poke bowls, pulpo al grill, salmón… Y no se olvidan del postre (cheescake y muerte por chocolate son dos de los imprescindibles de su carta), ni de los amantes de los brunchs y de los zumos frescos.
Santiago de Compostela: 6’95 restaurantes por cada 10.000 habitantes
El podio de las ciudades españolas que más se preocupan por los celíacos lo cierra Santiago de Compostela, con restaurantes como O Sendeiro, ubicado a apenas ochocientos metros de la Catedral, que ofrece bastantes opciones sin gluten. “Puedes abrir el apetito con delicias típicas gallegas como el laminado de pulpo á feira, el plato de quesos gallegos o las tradicionales zamburiñas. Luego puedes entregarte al sabor del mar con un pescado como el bacalao a la crema de coliflor o disfrutar de unas carrilleras de cerdo ibérico”, apuntan desde Holidu, que también destacan sus postres de lo más sofisticados: piña cítrica con espuma de yogur y leche de coco o un cuatro texturas, “que conjuga sabores y texturas distintas para que te vayas de allí con el mejor sabor de boca”.
En la ciudad gallega también está O Curro da Parra, restaurante que llama la atención del estómago de los celíacos con sus habas con chocos en su tinta, sus berberechos XXL o sus langostinos pil-pil. Para continuar, el menú propone pescados (merluza en salsa verde, caldeirada de pinto o bacalao con puré de coliflor), carnes (solomillo de ternera con puré de patatas o porco celta con crema de zanahoria) para poner el broche de oro con postres como el lingote de chocolate negro con helado.