Internet se ha convertido en una ventana al mundo y a la información, pero también ha entrado en el punto de mira de las grandes potencias en cuanto a defensa militar se refiere. Las guerras ya no se libran en un campo de batalla, siendo habitual encontrar cada año alguna noticia referente a un ataque cibernético provocado por hackers. Esto hace que muchos países piensen en internet como una puerta abierta a posibles conflictos futuros. Uno de ellos será Rusia, que probará este mismo año a desconectarse de la red y probar Runet, su propia intranet.
Contemplado dentro del programa de ciberseguridad nacional, el gobierno de Vladimir Putin quiere comprobar hasta qué punto 'el internet ruso' sería efectivo en caso de desconectarse del resto del mundo. Roskomnazor, la agencia de telecomunicaciones rusa, será la encargada de verificar las conexiones de los usuarios a través de las distintas operadoras nacionales que suministrarán el servicio. Este proyecto lleva sobre la mesa varios años, con el apoyo de compañías de gran relevancia en el sector a nivel internacional como Kaspersky, responsable del popular antivirus.
Desconexión rusa
Según han informado medios locales, el gobierno ruso quiere asegurar que se puede seguir navegando por la red, aunque acotada a las páginas que estén dentro de la Runet. Es un modelo similar al que ya sigue Corea del Sur, donde cuentan con una red propia sin acceso exterior. Para realizar esta tarea, Rusia debe realizar varias copias de seguridad en los servidores para asegurar que las DNS de todos sus ciudadanos puedan estar operativas llegado el momento.
Este movimiento, aunque puede parecer una medida de defensa, no ha tardado en recibir críticas por parte de los defensores de la libertad en la red, que estos últimos meses ha sido tendencia por el artículo 13 y su aplicación en YouTube. Aunque los gigantes de internet se han pronunciado en contra, la Comisión Europea sigue estando a favor de la nueva regulación del copyright. A pesar de ello, todavía no hay una resolución definitiva.