Acostarse y no poder dormir, ese es el miedo de muchas personas. El insomnio está más presente en la sociedad de lo que se cree. De hecho, una de cada diez personas sufre de insomnio crónico, lo que lo sitúa como el segundo trastorno mental más frecuente.
Sin embargo, investigadores del Netherlands Institute for Neuroscience han descubierto que no existe un único tipo de insomnio, sino que hay hasta cinco diferentes. Así lo han revelado en una publicación en The Lancet Psychiatry, donde se explica que este hallazgo puede marcar un hito en la materia, promoviendo nuevos descubrimientos sobre las causas que lo provocan y posibles maneras de combatirlo.
Dificultad a la hora de conciliar el sueño
“Si bien siempre hemos considerado que el insomnio es un trastorno, en realidad representa cinco trastornos diferentes. Y los mecanismos cerebrales subyacentes pueden ser muy diferentes. Por comparar este caso con otro, el progreso en nuestra comprensión de la demencia fue mayor después de darnos cuenta de que hay diferentes tipos, como el alzhéimer, la demencia vascular y la demencia frontotemporal”, señaló Tessa Blanken, una de las responsables de un experimento en el que han participado casi 4.500 voluntarios.
Los resultados arrojan rasgos comunes entre los cinco tipos de insomnio, como la dificultad para conciliar el sueño y el despertarse temprano por la mañana. Sin embargo, los investigadores del Netherlands Institute for Neuroscience fueron un paso más allá de estas quejas relacionadas con el sueño para clasificar el insomnio en cinco grupos.
Los cinco tipos de insomnio
Los pacientes con insomnio de tipo 1 se caracterizan por sufrir angustia generalizada, ya que su puntuación es alta en rasgos como el neuroticismo y la depresión. Por su parte, las personas que sufren el de tipo 2 y 3 sufren menos angustia y se diferencian entre ellos por la capacidad que tienen de experimentar placer y de responder a las recompensas vinculadas a la posibilidad de dormir mejor (más alta en el caso del tipo 2 que en el tipo 3).
Finalmente, el tipo 4 y 5 hace que los pacientes experimenten un menor grado de angustia. Se distinguen según si el insomnio se produce de forma regular y está vinculado a traumas infantiles (tipo 4) o si es una respuesta puntual a acontecimientos estresantes de su rutina diaria (tipo 5).